La renovación de Messi inquieta más en Madrid que en Barcelona

Messi es el jugador que más goles le ha marcado al Atlético, 25

Messi es el jugador que más goles le ha marcado al Atlético, 25 / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Antes, era solo un goteo. Iban pasando las jornadas, iban produciéndose los resultados, el Barça ganaba partidos, sobre todo, gracias a Leo Messi, y ellos iban dejando gotitas de lo que significaba el as argentino (casi más catalán que argentino, pues lleva más de media vida en Barcelona) y, sobre todo, recordando que el Barça sin Messi sería del montón, casi descendería.

Eso era hace unos meses, pero ahora, sobre todo desde que el Real Madrid se tambalea (aunque sigue en pie, líder y con posibilidad, nítida, de conquistar el triplete), Madrid aprieta y no cesa de decir, escribir, radiar y televisar que el Barça corre peligro de perder a Messi. Que si la familia cree que el Barça no le quieren, que si la apuesta es ‘Ney’ y Suárez, que ya han renovado, que si aún no se han visto con papá Jorge, que si aún no han presentado oferta, que si el City (y Pep Guardiola sigue negándole) está pendiente de todo, que si hasta China…. y, de nuevo, que, sin Messi, el Barça sería una burla.

A mi entender, este último discurso es el más vergonzoso, el más miserable, el más mezquino. Porque parece que Messi venga de la Luna cada fin de semana (y entre semana) para vestirse de azulgrana y echarle una mano a un equipo, que no es el suyo, sino el que le paga. Esa bajeza de argumento olvida que Messi ha sido siempre del Barça, desde los 13 años, cuando vino aquí porque en Argentina no querían pagarle las inyecciones para crecer.

Pero es que, después de eso, Messi ha seguido jugando en el Barça y viviendo en Castelldefels, donde se ha comprado una montaña y varias casas donde viven todos los suyos. Es por ello que uno tiene la sensación que, aún pudiendo pedir la Luna (de la que desciende cada fin de semana), Messi no juega aquí solo por dinero, pues ganaría más, supongo, en dos o tres sitios.

No hay duda de que los que quieren ver frustrada la renovación de Leo seguirán alimentando la hoguera de la incertidumbre, pero nunca, jamás, recordarán que, sin los cabezazos de Sergio Ramos en el minuto 93, el Madrid llevaría años en blanco. Y no es Messi.