Mbappé y el Barça de Lamine

Lamine Yamal, en el duelo en Nápoles

Lamine Yamal, en el duelo en Nápoles / VALENTI ENRICH

Xavi Torres

Xavi Torres

Que el titular no lleve a nadie al engaño: Kylian Mbappé no va a jugar en el F. C. Barcelona. Ya ha anunciado que no va a seguir en el PSG y todo apunta a que la temporada que viene jugará en el Real Madrid. Anteayer volvió a demostrar su potencial ante la Real Sociedad y pronto lo hará al lado de Bellingham, Camavinga, Rodrygo, Tchouameni, Valverde y Vinicius, todos por debajo de los 25 años, y por supuesto, junto al resto de excelentes futbolistas blancos. Florentino Pérez amenaza con más fichajes pero aunque éstos no lleguen, en clave azulgrana, lo que se viene apunta a muy duro.

¿Puede el Barcelona contrarestar el nuevo proyecto del Real Madrid? Desde luego no va a ser fácil y, aunque en el fútbol se ha visto de todo, no parece que los apostantes se la vayan a jugar con el Barça. Hoy por hoy es imposible actuar a golpe de talonario y ni siquiera la venta a 70-80 millones de euros por cabeza de titulares como Araujo, De Jong o Pedri, por ejemplo, garantizaría la llegada de una super-estrella que liderara un ciclo ganador. Eso sí, con mucho acierto en la toma de decisiones, quizás el club podría invertir en algunos futbolistas que pudieran apuntalar el nuevo proyecto deportivo que, naturalmente, debería girar alrededor de la cantera.

No es una cuestión menor que el Barça tenga a Lamine Yamal en su plantilla. Quizás la próxima temporada sea la de su consolidación en Primera División pero, mientras su cuerpo termina de formarse, el club debe armarse pensando en una era ganadora alrededor de la figura del jóven delantero que, a sus 16 años, huele a estrella mundial. Quizás Mbappé lidere antes un lustro triunfal en la Castellana pero de lo que se trata en el Camp Nou es de aprovechar el tiempo tomando las decisiones correctas para no fallar en el objetivo. La estrategia del club en materia de ventas, fichajes y fútbol base se antoja clave para devolver al Barça a la élite del fútbol mundial. Otro error, sin embargo, podría condenar a la entidad a vivir experiencias similares a las de gigantes como el Milan -una liga en las diez últimas temporadas- o el Manchester United -apenas una Cup, en el mismo período-.

¿Y el entrenador? Es esencial acertar. Ante el previsible dominio madridista el aficionado del Barcelona debe ilusionarse en acompañar a un equipo jóven pero de talento que sea capaz de transmitir energía desde el terreno de juego, que practique un fútbol estimulante comprometido con la historia y la cultura futbolística del club, y que sea capaz de competir en todas las competiciones. Todo eso... y Lamine Yamal. Así se construyeron los grandes equipos de la entidad y así debe levantarse el próximo.

Quizás Mbappé lidere un lustro triunfal pero mientras el Barça debe tomar las decisiones correctas para el futuro proyecto alrededor de Lamine.

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