Los refichajes de Messi e Iniesta

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Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Esto no para, señores. Entramos en 2017 y el Barça tiene que afrontar varias renovaciones que serán más importantes que fichajes que se puedan realizar. Obviamente, las de Messi e Iniesta son fundamentales, básicas, ineludibles. Ambos terminan contrato en el 2018 y alargar las conversaciones no tiene ningún sentido, sobre todo porque en las negociaciones largas surgen siempre puntos de conflicto, malos entendidos que indefectiblemente desgastan la relación entre las dos partes. Afortunadamente, la época de la esclavitud en el fútbol ya pasó y ahora los jugadores tienen todos los derechos laborales para que no se condicionen sus carreras. Sólo un apunte para los más jóvenes. Allá por los años setenta, en España existía el derecho de retención, que consistía en que el club podía retener a un jugador una vez finalizado su contrato a cambio de aumentarle la ficha un diez por ciento cada año.

Eso cercenó muchas carreras. La mas significativa, la de Quini, que llegó al Barça con casi 31 años porque el Sporting siempre se negó a su traspaso, incluso obligándole a jugar en Segunda División cuando el Barça llegó a ofrecer 50 millones de pesetas, que en 1974 era una barbaridad. Afortunadamente, digo, ahora los jugadores son dueños de su destino. Y cuando entran en su último año de contrato el peligro de fuga es altísimo. Aquí ya entra la predisposición y madurez del jugador, representante y demás entorno, que valoren más lo que tienen que lo que puedan tener. Afortunadamente, también, en esas estamos. Messi e Iniesta son de fiar.

LA VENTAJA DEL BARÇA. No les faltarán a Leo y Andrés cantos de sirena, petrodólares, chinodólares o lo que haga falta. No teman, ni siquiera los escucharán. Pero habrá que ser sinceros y honrados en la negociación. Ahora, cuando un futbolista termina contrato hay que reficharle. Messi, como mejor futbolista del mundo, pedirá prima de fichaje y es normal que lo haga, porque en su momento no costó ni un euro. Hay que escucharle, comprenderle y, a la vez, hacerle ver las posibilidades reales del club. No es por nada, pero si ahora hubiera que ficharle, el Barça no podría competir económicamente con clubs que son sociedades anónimas propiedad de multimillonarios a los que no se les acaba la pasta. Messi es el mejor fichaje/renovación del mercado y el Barça lo tiene en su mano, con la ventaja de que Leo se siente barcelonista, aquí puede seguir ganando títulos y él y su familia son felices. Me consta que Iniesta también. O sea, que a reficharles se ha dicho.