Alvaro Bautista: Paciencia y buen rollo

Afable, educado, trabajador... 'Aspar' ha logrado sacar a relucir el talento de Bautista a base de confianza

En una reciente entrevista, a Alvaro Bautista le preguntaron por sus preferencias. Un lugar: "Cancún". Un deporte: "El esquí (además de las motos, claro)". Un color: "Rojo". ...así hasta sentenciar: "Lo que más me gusta son el mar y los canguros".

Premonitorio. Aunque su circuito favorito es Assen, el joven toledano ha elegido un escenario rodeado de mar y canguros para conquistar su primer título mundial. En Phillip Island se ha hecho justicia con un piloto que en 2001 estuvo a punto de abandonar las motos por falta de recursos, cuando su equipo de entonces el 'Team Belart' le dejó colgado a media temporada.

Alvaro nació el 21 de noviembre de 1984 y se subió por primera vez a una moto a los tres años, pero incluso antes ya disfrutaba viendo como su padre Javier montaba y ensamblaba piezas en su taller mecánico de Talavera de la Reina. El fue el primero en animarle a participar en competiciones infantiles los fines de semana. A los diez años se proclamó subcampeón de Madrid de minimotos frente a rivales mayores que él, hasta que su superioridad en la disciplina le abrió las puertas a la Copa Aprilia de 50 cc. Con 14 años se clasificó tercero en el campeonato, sólo superado por Jorge Lorenzo y Joan Olivé. En 1999 Alberto Puig le seleccionó entre 400 pilotos para disputar la Copa Movistar y concluyó quinto. En el 2002 su 'ángel de la guarda' Manuel Morente guió los pasos de Bautista hacia el Campeonato de España y el Europeo de 125 cc y a los 17 años, Alvaro, alcanzó el sueño de debutar en el Mundial.

Seguidor del Atlético de Madrid, se consagró en las tres temporadas siguientes como piloto del 'Seedorf Racing', propiedad del ex jugador del Real, Clarence Seedorf. No fue una experiencia positiva para el de Talavera, que una vez más pensó en tirar la toalla. En diciembre, con 21 años, decepcionado y con problemas de impagos, Bautista recibió la propuesta de Jorge Martínez 'Aspar'. "Dicen que moralmente estoy mejor, pero uno no cambia de la noche a la mañana. La clave del éxito es el equipo". Una buena moto y un ambiente distendido han obrado el 'milagro.

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