Tres segundos

De las alucinaciones al fútbol

Manuel Moreno

Han hecho mucho el ridículo. Se han cansado de decir estupideces. Desnudaron sus odios y rencores día a día en bochornosos espectáculos. Alucinaron al mundo con sus denuncias. Desde que Florentino Pérez renunció a su personalidad y vendió su prestigio a José Mourinho como si fueran acciones, el Real Madrid ha sido el bufón del fútbol, un regalo para sus rivales y un martirio para sus aficionados sensatos. No es que el club blanco perdiera sus valores -siempre han sido obtener el máximo beneficio de sus maquinaciones político-económicas a la sombra del poder- sino que los mostró a una sorprendida y manipulada sociedad que llegó a creer que el Madrid era ejemplar.

Consciente o inconscientemente, por táctica o por casualidad, con convencimiento o por frustraciones, Mourinho, que es el único que manda, ha cambiado. Ni se pregunta el por qué de nada -él sabe mejor que nadie las respuestas-, ni habla de calendarios manipulados, ni de la descarada protección que los árbitros, la Federación Española, la UEFA, la FIBA, el Papa y hasta algún extraterrestre abducido regala a su rival. Mourinho hasta casi no habla del Barça -aunque a veces se le escape el maleducado que lleva dentro y siga metiendo el dedo en algún ojo sin pedir después disculpas- y hasta sus palmeros han cambiado el discurso. Alves es menos teatrero, Busquets dejó de ser racista, Villa ya no provoca, la 'manita' de Piqué está olvidada, Xavi e Iniesta vuelven a ser buenos españoles entregados a 'La Roja' y hasta Guardiola ya ha dejado de mear colonia.

Madrid (clubs, medios y aficionados) abandona el irreal mundo en el que estaba instalado y empieza a hablar de fútbol. Una buena noticia para el deporte. Entienden que, ahora sí, le puede ganar al Barça jugando a fútbol. Habrá que verlo.