MIS CHARLAS CON KUBALA

Mirarlo todo como un conjunto feliz de cosas

Josep Mª Fonalleras

 ¿¿Andamos aún a cuestas con el adiós de Pep?

¿Por supuesto, Fonalleras. No pretendas que agote el tema aunque ya haya pasado una semana. Ya sabes que fui al Camp Nou y, en verdad, te digo que fue de escalofrío. No sé, quizás porque tuvieron el detalle de organizar un acto sencillo, sin aspavientos, con cuatro pinceladas de emoción, unas gotas de música para despertar sentimientos y esos cuatro gramos de palabras que pronunció Pep. Me pasó la historia reciente del Barça por la cabeza, como dicen que ocurre cuando estás a punto de morirte. Una especie de tráiler de la película a cámara rápida.

¿El sprint de Stamford Bridge, el gol de Messi con el corazón, el cabezazo aquel contra el Manchester, la fiesta en Valencia en la primera copa...

¿Y las lágrimas de Guardiola cuando consiguió el triplete del triplete en la Intercontinental. Quizás me quedaría con esta imagen, yo, si no tienes inconveniente. Allí se resume, creo, el espíritu de toda esta etapa. Fue como una liberación, como el haber llegado a la playa después de una larga travesía. Una playa, te recuerdo, que no estaba nada clara como panorama en el momento en que Guardiola estampó su firma como entrenador.

¿Tienes razón, Kubala. Los éxitos han acompañado este proyecto y es cierto que se juntaron, en un momento dado, el pedigrí de Guardiola como jugador, un mito, y la necesidad de una renovación que se vislumbraba pero que no estaba ni mucho menos tan asegurada como para echar las campanas al vuelo. Es ahora, desde la perspectiva que tenemos, que podemos mirarlo todo como un conjunto feliz de cosas.

¿En eso tuvo razón Mascherano, como casi siempre. Una de las causas del adiós de Guardiola es el hecho de estar entrenando en un lugar que es tu casa. El plus de familiaridad puede ir a favor o puede irte en contra. Por eso, aun aplaudiendo el `fichaje¿ de Tito, me da un no sé qué que no tendremos la paciencia necesaria. No sé, es una intuición.

¿Guardiola ha cambiado la mentalidad del club, de la afición. Se palpó el sábado en el Estadi. Pero, ¿Cuánto durará? ¿De verdad seremos distintos o saltaremos del asiento tras un par de tropiezos?

¿Y luego está lo de la relación Tito-Pep. ¿No crees que vemos demasiados fantasmas, demasiadas intrigas de palacio?

¿Que se concentren los dos para el 25 y ya hablaremos de esas minucias después, ¿no te parece?