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El Alevín A del Barça vuelve a reinar

El conjunto azulgrana superó con claridad al Sevilla y se proclamó campeón del II Torneo Internacional Liga Promises 

Los jugadores del Alevín A celebrando el título en Barranquilla

Los jugadores del Alevín A celebrando el título en Barranquilla / sport

Albert Rogé

El Alevín A del FC Barcelona se proclamó campeón del II Torneo Internacional Liga Promises después de superar por 5-2 al Sevilla en la final disputada en Barranquilla. El conjunto azulgrana, dirigido por el segundo entrenador Dani Horcas, fueron muy superiores y demostraron que, cuando juegas bien al fútbol, tienes recompensa.

El partido empezó con varios avisos de los azulgranas a la meta del Sevilla aunque los primeros en adelantarse fueron los hispalenses gracias a un gol de Alberto Ulloa. El gol llegó cuando solo faltaba siete minutos para el descanso y los azulgranas se fueron a los vestuarios sin poder empatar en la primera parte.

En la segunda parte, el conjunto de Marc Serra y Dani Horcas salió muy motivado y con ganas de remontar el partido. Baldé de falta directa, conseguía marcar pronto y devolver la igualdad en el marcador. En ese momento, el equipo creyó y tras dos errores defensivos del Sevilla, Arnau y Seydou ponían al conjunto azulgrana por delante en el marcador. Vega marcaba el cuarto para los azulgranas pero Mancheño recortaba distancias aunque se antojaba muy difícil la remontada como se comprobó a pocos minutos donde Marc sentenció el partido poniendo la manita en el marcador.

Con el pitido final, los jugadores del Barça desataron la locura satisfechos de ganar el torneo y de ganar al Sevilla. Los azulgranas, tras perder la final ante el Sevilla en Villarreal la semana pasada, tenían muchas ganas de demostrar que son el mejor equipo en edad alevín. Esta vez, los jugadores del Sevilla aceptaron la derrota con deportividad  y se produjo una de esas imágenes que da sentido a estos torneos. Ambos jugadores se felicitaron y se abrazaron. No como en Villarreal, donde el partido acabó con mucha tensión debido a la dureza empleada por los jugadores del Sevilla durante el partido. Ese día se criticó su actitud y hoy se les felicita por demostrar que saben perder. Al fin y al cabo son solo niños que les encanta el fútbol y sueñan con convertirse en jugadores profesionales dentro de unos años. Talento tienen, y de sobras, veremos si también tienen suerte. 

Otro ejemplo de deportividad fue el pasillo de los jugadores del Real Madrid a los azulgranas en el momento de recibir el trofeo.