Fórmula 1

McLaren, obligada a reaccionar

Ha perdido fuelle desde que se impusiera en la primera carrera del año; los errores en el box han condenado a sus dos pilotos

Laura Ramos

McLaren necesita reaccionar más que nunca si no quiere que el Mundial se les empiece a escapar. En un campeonato tan igualado cualquier error se paga más caro de lo habitual y en Woking ya acumulan demasiados. La mayoría, impropios de una escudería que opta al título de campeón y que arrancó con más fuerza que nadie en Australia.

Jenson Button conquistó la primera victoria de la temporada en un gran premio en el que su compañero Lewis Hamilton se hizo con la pole; desde entonces, las 'balas de plata' han ido de más a menos. Los errores estratégicos, pero sobre todo los problemas en boxes han impedido a ambos pilotos explotar al máximo el potencial del que es probablemente el mejor coche de la parrilla. Hamilton ha colocado su MP4-27 tres veces en la pole y dos en la segunda posición; solo en Mónaco, cuarto, no pudo estar en primera fila de la parrilla. Una regularidad, sin embargo, que no se ha visto correspondida por parte de los mecánicos y responsables del equipo, que parecen empeñados en dilapidar las opciones del piloto inglés en la que es su temporada más madura. Los papeles parecen haberse intercambiado.

Los errores que antes cometía Lewis por impetuoso y agresivo llegan ahora desde el otro lado del muro. Un mal pit stop en la tercera y última parada de Button en China le costó la victoria al inglés, segundo por detrás de Nico Rosberg, y en Bahrein, dos fallos consecutivos en el cambio de ruedas de Hamilton relegaron al campeón del mundo de 2008 a la octava posición cuando lo tenía todo de cara para sumar un triunfo que se le resiste. Esa prueba pareció marcar un antes y un después definitivo en la escudería que dirige Martin Whitmarsh, pero no fue así. Se abrió una investigación que debía depurar responsabilidades y evitar nuevos errores. Se sustituyó a uno de los mecánicos responsables de una de las pistolas traseras y se modificaron algunos de los procesos de trabajo que se aplicaban en boxes. Acciones todas ellas insuficientes como se pudo ver en el Circuit de Catalunya donde una pistola mal dejada en el asfalto apunto estuvo de arruinar una carrera ya de inicio condenada por el error a la hora de llenar el tanque de gasolina del coche de Hamilton en la Q3. El inglés `voló¿, pero fue descalificado y tuvo que salir desde la última posición sumando otro octavo puesto. Demasiados puntos perdidos en un campeonato en el que da la sensación que solo McLaren podría evitar la igualdad reinante.

Tampoco en Mónaco reaccionó un equipo que precisamente en el pasado se había caracterizado por ser los más rápidos en adaptarse a las situaciones, evolucionar el coche y ser eficientes en la gestión de los pit stop y las estrategias de carrera. Hubo nuevos errores, inclusive en la comunicación por radio con un Hamilton que explotó tras su quinto puesto. “Sin lugar a dudas el equipo tiene trabajo por hacer porque a cada carrera que pasa estamos más atrás.”, sugirió a los suyos. Ni él ni Button, que parece haberse contagiado a nivel de pilotaje de los errores de la escudería, entienden el por qué de estas situaciones que, lejos de solucionarse, se repiten carrera a carrera como si del día de la marmota se tratase para alegría de sus rivales y desespero de dos pilotos que llegan esta semana a un circuito propicio. McLaren se ha impuesto en tres de las últimas cuatro carreras disputadas y Hamilton y Button en 2010 y 2011, respectivamente. Un escenario perfecto a tenor de las estadísticas para que McLaren demuestre que los errores del pasado son solo eso, pasado.