FÓRMULA 1

Lewis Hamilton, en el espejo de Senna

Hijo de una familia muy humilde, lleva camino de convertirse en una estrella mundial a base de coleccionar éxitos

Josep Viaplana

Lewis Hamilton certificó en Austin el tercer título mundial de su palmarés, el segundo consecutivo con Mercedes. Y lo hizo, como es habitual en él, con ambición, coraje y determinación, ganando la décima carrera de la temporada en dieciséis grandes premios. No se admite discusión. El británico ha sido el mejor piloto esta temporada y el título lo tiene más que merecido.

Lewis Hamilton, de 30 años, cuenta con 76 puntos de ventaja sobre Vettel cuando restan en juego 75. El inglés se ha impuesto en cinco de las últimas seis carreras, elevando sus triunfos a 43, y ha entrado en el Olimpo de la Fórmula 1. Solo superado por Michael Schumacher (91) y Alain Prost (51). Con tres títulos se ha igualado con verdaderos monstruos del automovilismo como Nelson Piquet, Jack Brabham, Niki Lauda, Jackie Stewart y, por descontado, con su gran ídolo de infancia, todo un referente para él, el brasileño Ayrton Senna.

“No puedo dejar de pensar en mi primer campeonato, recuerdo que mi padre y yo volvimos conduciendo a casa cantando el ‘We Are The Champions’. Es una locura pensar ahora que soy tres veces campeón del mundo de Fórmula 1. Y le debo todo a mi padre, a mi familia, que me ha apoyado todos estos años y que ha sacrificado tanto para que yo esté aquí”, explicaba un Hamilton emocionado, destacando que “mi padre, viniendo de la nada, nunca quiso que sus hijos sufrieran como él lo hizo”.

Héroe nacional

El inglés ha asumido su posición de líder de masas. En el Reino Unido es un ídolo y asume la responsabilidad. Es un referente. Lo tiene claro y reconoce que “esto es una plataforma para mí para inspirar a la gente joven y espero que, si hay alguna inspiración tras alcanzar el éxito sea: ‘nunca os rindáis con vuestros sueños, vuestras esperanzas y deseos. Seguid trabajando en ellos”.

Este título le iguala con uno de sus grandes ídolos de la infancia, Ayrton Senna. Lewis Hamilton comentaba que “ha sido una experiencia que te pone los pies en el suelo, especialmente igualar a Ayrton Senna, quien significaba mucho para mí y lo sigue haciendo hoy, así que me siento muy bendecido”.

Nuevos objetivos

Una vez igualados los tres títulos del legendario brasileño, el inglés tiene claro que no piensa en poder igualar los siete títulos de Michael Schumacher. “Para Vettel, ya que él obviamente viene del mismo país que Michael, sería, seguro, el objetivo. En cuanto a mí, el reto siempre fue batir los tres que tiene Ayrton. Obviamente, no es de mi mismo país, pero fue quien me inspiró de joven. Así que ahora no sé que va a ser lo próximo, pero no había nadie a quien mirase o quisiese igualar o emular”.

El día que cumples tus objetivos pasa a ser uno de los mejores de tu vida y Hamilton reconoce que “para cualquier piloto creo que ganar el título es la cumbre. No puedes ir más allá. Tu último objetivo es ganar en todo lo que compites, es rendir a tu mejor forma y, con suerte, mejor que el resto. Recuerdo cuando conseguí mi primer título que estaba muy agradecido por él. Le dije a Ron Dennis cuando tenía diez años que quería ser campeón del mundo en uno de sus coches, y ya fue una locura pensar que diez años después de que me contratara lo fuera”.Lewis ya no tiene nada que ver con aquel chaval que debutó en 2007 y la armó junto a Fernando Alonso. Hoy es toda una estrella mediática, cuyos movimientos son más propios de una estrella de Hollywood que de un piloto, gran amante de la moda y de la música y que va camino de estrella mundial.