Espanyol: El partido de sus vidas

Cornellà ya está preparado para vivir otra noche mágica. Es la última que falta para entrar en las páginas más brillantes de la historia del Espanyol. El equipo de Sergio González está a solo noventa minutos, si no hay prórroga, de disputar una nueva final de Copa del Rey. La última experiencia fue, recordemos, la final de UEFA de Glasgow del 2007, precisamente con Ernesto Valverde, hoy rival, en el banquillo perico. Los éxitos del 2000 y 2006, en Valencia y Madrid, siguen en la mente de muchos seguidores.

La Copa del Rey ha desatado una corriente de euforia en el espanyolismo inexistente en estos últimos años. El vestuario también está muy esperanzado y con mucha confianza, pues tiene en la mano la oportunidad de hacer historia y no quiere desaprovechar la gran oportunidad que se ha ganado con solvencia y autoridad ante adversarios de mayor potencial como Valencia o Sevilla. De la actual plantilla blanquiazul, solo Sergio García ha vivido una final de Copa. Es el partido de sus vidas y no quieren fallar.

Sergio González, en una decisión que le honra como entrenador, decidió concentrar ayer a todos los jugadores, 20 en total, para fortalecer el grupo en estos momentos. No tiene bajas, ni lesionados ni sancionados, por lo que puede presentar al equipo más poderoso. Y lo hará. La alineación está decidida y, una vez más, el preparador confirmó la presencia de Pau en la puerta; no quiso decir nada más, pero lo más destacado es que Stuani es el elegido para acompañar a Sergio García en el ataque y Víctor Sánchez aportará su poderío físico en el centro del campo, donde se ubicará junto a Cañas en el doble pivote.

El Espanyol-Athletic arranca muy igualado. El 1-1 de San Mamés da una pequeña ventaja a los catalanes, pero todo está por decidir. El equipo blanquiazul pudo en Bilbao dejar el choque sentenciado pero el Athletic salió 'vivo' y se agarran a eso para volver a ser finalistas de 'su' competición. Los de Ernesto Valverde necesitan ganar o arrancar un empate de más de un gol para eliminar a los blanquiazules.

Los espanyolistas, sin embargo, saben muy bien qué deben hacer esta noche. No van a especular con el resultado de la ida y saldrán a ganar, pero sin caer en la precipitación. El planteamiento parece muy claro: concentración defensiva, intensidad en el juego y aprovechar los espacios que el rival debe dejar atrás. Como avanzó Sergio González cuando se enfrentó al Valencia y Sevilla, es imprescindible jugar con cabeza. El equipo se agarra a su gran dinámica en el estadio. La mejor versión del Espanyol se ha dado siempre en Cornellà/El Prat.

"El partido es una final para nosotros", ha dicho Stuani. Es la mejor definición de la sensación que tiene el vestuario. Un vestuario que quiere hacer historia.