Paulinho y Denis firman una dura remontada

Luis Suárez tuov que luchar contra una defensa muy férrea

Luis Suárez tuov que luchar contra una defensa muy férrea / Javi Ferrándiz

Jordi Gil

Jordi Gil

El FC Barclona encadenó el pleno de 12 puntos en cuatro partidos de Liga, aunque sufrió más de lo previsto para derrotar al Getafe. El golazo del japonés Gaku y la lesión de Dembélé  fueron obstáculos que el equipo superó con la fuerza, sobre todo, de los jugadores de refresco. Denis Suárez y Paulinho salieron con entusiasmo y anotaron los dos goles de la remontada, el último apenas cinco minutos antes del final.

99911

Liga Santander

1
2
Alineaciones
Getafe
Guaita; Damián, Arambarri (Portillo, 85'), Cala, Antunes, Djené, Bergara, Fajr, Gaku (Álvaro, 53'), Amath (Mora, 70'), Molina.
FC Barcelona
Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Paulinho, 76'), Iniesta (Denis, 45'), Dembélé (Deulofeu, 28'), Messi y Luis Suárez

Valverde se olvidó de  las rotaciones y solo sustituyó a Semedo por Sergi Roberto en el lateral derecho en  busca de una salida más clara del balón. El Barça tuvo la posesión de forma nítida, aunque era el juego que el Getafe ya quería. Los once hombres azulones corrían detrás del balón en su propio campo, con el objetivo de hacer un partido espeso y sorprender en alguna contra.

El incordio de Molina

Fue en una de estas acciones que el experto Jorge Molina disparó por primera vez a puerta y forzó una amarilla a Piqué tras un excelente regate. El juego barcelonista era  demasiado horizontal. Solo Dembélé  trataba de cambiar el ritmo por la derecha, aunque sus riesgos costaron un par de contras peligrosas y Molina volvió a acariciar el gol con toda la portería a su favor. .

Valverde buscó un incentivo cambiando a Dembélé de banda i situándolo a la izquierda, aunque la novedad duró poco. Dembélé esprintó  para frenar de tacón un balón largo de Rakitic y se rompióDeulofeu lo sustituyó y Messi le pidió que se situara en la derecha. Leo prefería dejar la izquierda libre para las subidas de Jordi Alba.

Golazo de Goku

El Barça estaba atascado y solo llegó a balón parado. A  raíz  de una acción trabajada llegó el centro de Iniesta y Umtiti, totalmente solo cabeceó a las manos de Guaita.  La ocasión no tuvo continuidad y, en cambio, el Getafe volvió a sorprender. El japonés Gaku empalmó una volea desde fuera del área que  entró como un obús en la meta blaugrana. Un gol merecido por el mejor planteamiento madrileño y las  consecuencias pudieron  ser peores con otro  trallazo de Fajr que se marchó  alto. El Barça, eso sí, pudo  empatar  al borde del descanso con una falta de Messi, que obligó a Guatia  a volar par enviarla a córner.

La calidad de Denis

El equipo necesitaba cambiar la marcha y el técnico dio entrada a Denis por Iniesta, pese  a que el  capitán había sido  de los pocos que  había mostrado claridad en el primer tiempo. Ell gallego intentó imponer su calidad, aunque el partido  continuaba  demasiado arisco. Al Barça le costaba mucho encontrar espacios ante un Getafe muy bien replegado.

Donde no llega la calidad era necesaria la fuerza y Sergi Roberto tiró de corazón para robar un  balón y servirlo atrás a Denis, quien empalmó a la escuadra con  clase. El gol de empate abría lotro escenario, con un Barça que atacaba con mayor convicción. Deulofeu creció y, pese a no poder culminar, empezó a funcionar por la derecha.

efecto paulinho

El partido subió  de revoluciones y Fernández Borbalán dejó jugar en dos acciones polémicas en cada área. Luis Suárez cayó en la del  Getafe y, en la contra, Umtiti arriesgó para sacarle el balón a Álvaro. Pareció más penaltli la jugada con el uruguayo, quien protestó mucho y vio la amarilla. 

El Barça no podía perder los nervios. El Getafe estaba observando que podía hacer daño y Arambarri, tras un rebote, acaricio el segundo gol. Era necesario subir el pistón y nada mejor que la contumndencia de Paulinho. El brasileño pisó el área, Messi lo buscó y marcó con un derechazo cruzado. El equipo había  dado la vuelta al marcador con  tesón y coraje. Donde no llega el fútbol está bien que lo haga el amor propio.