Mathieu, en el punto de mira

Luis Enrique considera que una de las razones principales por las que <strong>el Barcelona no logró la victoria, o al menos el empate, en Sevilla</strong> hay que buscarla en los errores individuales. El técnico cree que el juego desplegado en el Sánchez Pizjuán fue adecuado y que solo los errores en las dos áreas provocaron que el equipo azulgrana volviera a Barcelona sin ningún punto. 

Y cuando hace referencia a los errores individuales tiene en cuenta los de falta de puntería que le llevaron a disponer de 27 ocasiones y lograr solo un tanto, como a los de la falta de concentración  en defensa. 

Es ahí donde hay un nombre propio que ‘brilla’ por encima del resto: Jeremy Mathieu. El jugador estuvo 60 minutos en el campo, los suficientes para cometer tres errores que vienen a reflejar su falta de atención y de concentración en el encuentro. 

El primero ocurrió en el minuto 10 cuando en el primer córner a favor del Sevilla se giró en dirección al banquillo para preguntarle a Juan Carlos Unzué “¿Y yo a quién marco?”. 

Solo se llevaban diez minutos de partido y él, con sus 1,92 metros, es una de las piezas clave en el sistema defensivo de estas jugadas, por lo que debe conocer de antemano los jugadores del equipo rival que más destacan en esta faceta. Ese tipo de detalles se suelen repasar en la charla táctica que precede a todos los partidos del equipo. El ayudante de Luis Enrique le señaló el '17' (Andreolli) para que se emparejara con él. 

El segundo momento que desesperó a Luis Enrique es la jugada del primer gol del Sevilla, en la que Gameiro superó por piernas a Jordi Alba y luego a un lento Mathieu, que le dejó pasar sin meter el cuerpo, seguramente porque previamente había recibido una amarilla por una falta a Iborra. El centro de Gameiro acabó en gol. 

Sin embargo, lo que colmó la paciencia de Luis Enrique fue la jugada del segundo gol del Sevilla, pues Mathieu rompía el fuera de juego de Gameiro y de Iborra y cuando quiso avanzar su posición (apenas un par de pasos para situarse en la misma línea que Piqué y Busquets, que también defendían la jugada) ya era demasiado tarde. Iborra (min. 58) remató a placer y batió a Claudio Bravo.

Tres errores que le llevaron a una sustitución inmediata (dos minutos después del gol de Iborra) y a una recomposición del equipo para intentar la remontada. 

Jeremy Mathieu no está teniendo un inicio de curso acertado, al contrario de lo que ocurrió la pasada temporada. Mathieu ha participado en ocho partidos, cuatro en Liga, dos en Champions, uno en la Supercopa de España y otra la de Europa. En los tres de Liga fueron un minuto contra el Málaga, fue titular contra el Atlético, Celta y contra el Sevilla. En las dos Supercopas su presencia ha sobresalido porque ha coincidido con él en el campo cuando el Sevilla logró cuatro goles y el Athletic otros tantos. 

Así pues, ha estado en todos los partidos en los que el Barça ha sido un coladero defensivo. Es un denominador común, aunque Luis Enrique es de la opinión que no solo hay un jugador que comete estos errores. Sin embargo, Mathieu aparece en todas las fotografías. Además su presencia en ataque no está siendo nada participativa en el presente curso, cuando en el anterior se prodigaba más.