No vale de nada merecer la victoria si no logras el resultado. El Girona las falló de todos los colores, sobre todo en el inicio del segundo tiempo, y terminó pagándolo caro. Al final, un empate que sabe a muy poco. Tras el traspié, Michel consideró que su equipo había hecho muchos méritos para llevarse el partido, pero "no lo hemos cerrado".

Míchel: "Los merecimientos no valen para nada" (leer noticia)