Desde que el ser humano está en este planeta, corremos. Es una actividad que nos resulta natural y que seguimos realizando a lo largo de nuestra vida. Pero, ¿dónde se originó el correr? ¿Cómo ha llegado a ser una parte tan integral de nuestras vidas? Echemos un vistazo a los orígenes de la carrera a pie, del running, y cómo empezó todo.
Los orígenes de correr
Correr es una de las actividades más antiguas y populares de la historia. La primera vez que se tiene constancia de la existencia de la carrera a pie se remonta a hace aproximadamente 2,6 millones de años en África. En aquella época, los primeros humanos eran cazadores-recolectores que dependían de su resistencia y velocidad para perseguir a sus presas. Esto llevó a la evolución de piernas y pies, más adecuados para correr largas distancias.
Con el tiempo, la carrera se formalizó como deporte alrededor del año 776 a.C., cuando se celebraron los primeros Juegos Olímpicos en Grecia. En la antigua Grecia, correr era una parte importante de los festivales religiosos y se celebraban competiciones para honrar a dioses. En los Juegos Olímpicos griegos comenzó a hablarse de atletismo como práctica deportiva de desarrollo físico. De hecho, el término empleado era “pentatlón”, actividad que incluía lanzamiento de disco y jabalina, carreras de campo, salto de longitud y lucha libre. Este es, para muchos, el origen del atletismo en el mundo que dio lugar, posteriormente, a los juegos deportivos y a lo que hoy en día conocemos como Juegos Olímpicos.
Esta práctica continuó en la época romana, donde también eran populares las carreras de cuadrigas. Las carreras pedestres se utilizaban como forma de castigo en la Antigua Roma, aunque tenían más una finalidad militar que el acontecimiento deportivo que son hoy en día.
Las carreras pedestres empezaron a aparecer a nivel organizado en Europa durante la Edad Media, cuando se utilizaban para resolver disputas entre rivales o como entretenimiento para las familias reales. En algunos casos, estas carreras incluían caballos en lugar de humanos corriendo. Durante este periodo, estas carreras empezaron a celebrarse en distancias más largas, con múltiples participantes que competían entre sí por premios como dinero o derechos sobre la tierra.
En el siglo XIX, en Inglaterra, se empieza a dar forma al atletismo como se le conoce hoy en día, con las primeras competiciones y un formato similar al actual. Más adelante nacieron las primeras federaciones.
No es hasta mediados de 1970 cuando correr de manera recreativa empieza a crecer exponencialmente y en la actualidad cuenta más de 30 millones de personas participan anualmente en carreras populares en todo el mundo, según las estadísticas de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
Los orígenes del running (pasando por el jogging)
La idea de trotar como actividad no competitiva apareció en un artículo en “The New Zealand Herald” en febrero de 1962. Se hablaba de un grupo de personas que se reunía una vez a la semana para correr para mejorar la condición física y socializar en un parque de Auckland. Era el Auckland Jogging Club, una primicia mundial, liderado por Arthur Lydiard, un corredor y reputado entrenador de atletismo de Nueva Zelanda al que se le atribuye ser el pionero en promover correr por salud y sentar las bases del entrenamiento de larga distancia.
Fue entonces cuando el entrenador de la Universidad de Oregón, Bill Bowerman, visitó a su colega neozelandés y de vuelta a Estados Unidos, difundió las bondades de correr alejado de la práctica competitiva, como un ejercicio saludable. Publicó el libro Correr en 1966 y estableció planes de entrenamiento para hombres y mujeres de todas las edades. Las popularidades de estos programas ayudaron a difundir el concepto de correr como un ejercicio idóneo para todo el mundo.
Así nació el jogging o trote, una forma de actividad física que consiste en correr a ritmo lento y que se suele practicar al aire libre aunque también se puede practicar en una cinta de correr. En general, consiste en correr lento durante largos periodos de tiempo, manteniendo un ritmo constante y sin superar el 70 por ciento de las pulsaciones máximas por minuto. El jogging reemplazó a la palabra “roadwork”.
El BOOM del running
En 1977 James Fixx escribió “The Complete Book of Running”, que fue el libro más vendido del año, al que se atribuye haber ayudado a iniciar la revolución del deporte de correr y demostrar los beneficios para la salud del trote regular de manera masiva.
En 1980, Fixx escribió un segundo libro, “Second Book of Running de Jim Fixx: The Companion Volume to The Complete Book of Running”, y en 1982 un tercero, Jackpot! , la historia de lo que le sucedió después de volverse más rico de lo que podía haber imaginado tras el éxito de sus libros.
En la actualidad el running se ha convertido en una actividad muy popular en todo el mundo. Muchas personas lo eligen como una forma accesible de mantenerse activas y saludables.
Diferencias running y jogging
Existe cierta confusión entre qué es Jogging y Running y en qué se diferencian. Se trata de la misma actividad, correr, aunque existen diferencias entre estas modalidades. ¿La velocidad? Sin duda es una de ellas, aunque no la más importante.
El entrenador Mike Antoniades estableció la diferencia entre el Jogger y el Runner por la velocidad a la que se corría. Fijó la frontera en un ritmo de 6:20 min/ kilómetro (unos 10 km por hora). El Jogging, además, se relaciona con no tener objetivos ni un plan de entreno, con no importar si se mejora o no y, en definitiva, con no superarse contra el cronómetro. El Jogger no tiene compromiso, puede dejar de correr en cualquier momento y dedicarse a otra cosa sin remordimientos. Cuando hablas con un Runner se identifica rápidamente, habla con pasión de este deporte, más allá de lo lento o rápido que corra.
Ahí lo tienes: una breve historia sobre quién inventó correr. La próxima vez que salgas a correr, tómate un momento para pensar cómo este simple acto es algo que los humanos han estado haciendo durante milenios y que hoy en día disfrutamos personas de todas las edades y niveles.
Es una forma sencilla de hacer ejercicio y tomar aire fresco, y también puede ser un deporte de competición. Independientemente de dónde te encuentres en tu viaje, recuerda que todo empezó con un simple paso. Así que sal ahí fuera y empieza a explorar el mundo a pie.
