Esto es Roland Garros y la Phillipe Chatrier, el sol aparece y desaparece, hace un frio otoñal en París, se juega de noche, a veces bajo techo, las bolas no saltan como le gusta, la pista está lenta, hay sol y sombra en la central, pero el campeón, que nadie lo dude, se llama Rafael Nadal.

La gran final está servida: Nadal vs Djokovic (leer noticia)