El Girona-Barça, tal y como expresó Xavi, fue la puesta en escena perfecta con la que resumir una temporada que deja una mueca extraña en el rostro de la afición blaugrana, como la que ayer mostró el equipo en Montilivi. Cualquier análisis, cualquier interpretación táctica y cualquier pregunta que busque respuestas desinteresadas saltaron por los aires cuando Sergi Roberto, en el minuto 65, cedió un balón atrás que provocó el empate a dos.

Media hora que resume una temporada (leer noticia)