El partido ante el Valencia dejó sensaciones preocupantes en el juego del Real Madrid. Ancelotti dio descansos a Kroos y a Modric y puso la medular llamada a ser el relevo del alemán y el croata en el centro del campo. Alineó a Camavinga y Ceballos, además de Tchouameni, que sería el relevo natural de Casemiro. El Madrid no funcionó, generó poco y conectó menos con la línea de ataque pese a que el equipo valencianista le cedía campo cuando saltaban su presión. El primer disparo con peligro de los blancos llegó en el minuto 55, tiempo que aprovecharon los de Baraja para consolidar su juego y creer en la victoria.

El difícil objetivo de encontrar relevos a Kroos y Modric (leer noticia)