Una goleada que pudo haber salido rana. El PSG cuajó, incluso, peor partido que ante el Saint-Étienne, pero esta vez sí tiró de pegada para neutralizar a un Brest que creció con el paso de los minutos y puso en apuros a los parisinos hasta la recta final. Sufrió y de qué manera el cuadro de Pochettino en transición, sobre todo en el segundo tiempo, cuando las piernas ya no respondían. Se partió en exceso el equipo, algo que deberá mejorar el argentino de ahora en adelante. Los octavos de final de la Champions se acercan y el PSG necesita un lavado de cara.

Pochettino logra la primera victoria... y gracias (leer noticia)