Cuando Juni Calafat puso encima de la mesa del Real Madrid el nombre de Endrick Felipe Moreira de Sousa, el nuevo Romario, pocos podían imaginar que su explosión fuese tan temprana. Pero el jefe de scouting del club blanco había quedado escarmentado por la pérdida de Neymar, que prefirió acabar en el Barcelona después de que el mismísimo Sandro Rosell viajase a Argentina para cerrar su fichaje el verano de 2011 en plena Copa América en la nación rioplatense. Una mina de oro para los culés tras la cual Florentino Pérez se juramentó que no volvería a dejar pasar a las estrellas del fútbol brasileño.

Endrick, el último cromo de Florentino, ya factura como una estrella: Panini, New Balance, HBO... (leer noticia)