Gerard Piqué necesita estar en el alambre para estar enchufado. Como futbolista siempre fue así: nunca le gustó entrenar ni los partidos de perfil bajo. Si no supone un reto, si no está en peligro, se aburre, pierde la energía, no le interesa.

¿Y ahora que hará Piqué? La vida después del fútbol (leer noticia)