Fue mucho más que un amistoso. Fue un partido muy emotivo. En primer lugar, porque se recaudaron fondos a favor de la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica y el potente altavoz mediático del fútbol, la más importante de las cosas menos importantes, permitió a Juan Carlos Unzué, ejemplo de superación donde los haya, pedir ante más de 90.000 personas que se desbloquee y tramite la Ley ELA. También porque Xavi Hernández y Pep Guardiola, alumno y maestro, libraron su primera batalla en los banquillos y lo hicieron en el templo que tanto les adora. Y, por último, porque el renovado Barça demostró ante el Manchester City que está más que capacitado para mirar a la cara a los mejores equipos del continente.

El Barça y el City firman las tablas en un espectáculo para una gran causa (leer noticia)