La travesía por el desierto de Del Potro

Después de varias operaciones el tenista argentino apenas puede conducir o subir escaleras sin dolor

“Aún no estoy preparado para el día después. No sé lo que es”, afirmó el tandilense sobre su futuro próximo

Del Potro, en una imagen de archivo

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SPORT.es

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El pasado 8 de febrero Juan Martín del Potro reapareció en una pista de tenis 965 días después de su último partido oficial. Fue en el ATP de Buenos Aires donde cedió ante su compatriota y amigo, Federico Delbonis, por 6-1 y 6-3.

Fue ese el principio del fin. Su despedida encubierta, la frustración al no poder recuperarse de sus problemas de rodilla. Sus lágrimas tras el partido lo dijeron todo. El calvario vivido, las múltiples operaciones, la depresión... “Si lo de hoy fue la última vez, fui feliz”, aseguró emocionado el tandilense después de ese partido.

Ahora, varios meses después, el ganador del Abierto de Estados Unidos de 2009, habló en una entrevista para el diario argentino ‘La Nación’ de esa travesía por el desierto que arrancó en octubre de 2018, en Shanghai, cuando sufrió una fractura de rótula de trazo vertical y sin desplazamiento.

En la entrevista, que tuvo lugar durante el US Open, el argentino afirmó que en Flushing Meadows “te tratan como un campeón y esa sensación es la más linda que un tenista puede tener. También es lo que me que me despierta algún sentimiento adentro”. Pero esa sensación no enmascararalo que sufrió unos meses atrás, “al mensaje que di en el torneo de Buenos Aires: primero la calidad de vida, porque no aguanto más el dolor, pero esto (el tenis) no lo voy a cerrar, lo quiero dejar abierto. Después, el tiempo y la vida dirán cómo termina”.

dura recuperación

Tras varias operaciones, ‘Delpo’ está lejos de sentirse totalmente recuperado. “No puedo subir una escalera sin dolor. Ya lo conté: a Tandil, que son cuatro horas manejando, tengo que parar y estirar las piernas. Esa es la realidad mía, que es dura, es triste, pero trato de no quedarme con eso y mi nuevo desafío es cómo tratar de procesar todo”, reconoció. 

Respecto a su futuro, aseguró que “yo no estoy preparado para el día después. No, no sé lo que es”. Para el tenista argentino afrontar su nueva realidad supuso un duro golpe. “A mí me tocó ser tres del mundo, una lesión de rodilla y esta vida. Así, en un segundo”. Durante todo ese tiempo intentó recuperarse como hubiera hecho con cualquier lesión hasta que en Buenos Aires dijo “basta”.

Del Potro considera que “tardé mucho más en recuperarme porque los médicos le erraron en los tratamientos”. A día de hoy, tras consultar a varios médicos de renombre, aseguró “estar abierto a cualquier cosa porque, como digo: no tengo el apuro de hacer algo para ir a jugar Australia y no tengo que hacer ninguna locura”. Ahora solo le queda “seguir en esa búsqueda de encontrar el tratamiento correcto y vivir sin dolor y lo mejor posible”.