La (in)definición de que debe ser la Superliga

Bernd Reichart es el portavoz que va dando pinceladas sobre las intenciones de Real Madrid, FC Barcelona y Juventus

El problema es la desconexión entre los mensajes públicos y lo que luego comentan en privado

Florentino, Reichart y Laporta, en el desayuno informativo de la Superliga

Florentino, Reichart y Laporta, en el desayuno informativo de la Superliga / VALENTÍ ENRICH

Marc Menchén

Marc Menchén

La llegada de Bernd Reichart a A22 ha sido una especie de soplo de aire fresco para la Superliga. Hoy, al menos, hay un portavoz que va dando pinceladas sobre las intenciones de Real Madrid, FC Barcelona y Juventus, y cómo debería ser el futuro de los torneos internacionales de clubes.

El problema es la desconexión entre los mensajes públicos y lo que luego comentan en privado. Y la sensación de indefinición durará hasta que no se ponga sobre la mesa una propuesta concreta como lo fue la primera, hoy enterrada en un cajón ante la oposición generalizada de aficionados, ligas nacionales y clubes excluidos.

Si nos atenemos a los últimos comentarios en corrillo, la Superliga ya no parte de la idea de ser un torneo cerrado con las grandes potencias europeas. Esa propuesta incluía al Big Six de la Premier League, hoy descolgado de cualquier modelo que ponga en riesgo su competición doméstica. Y ahí está el problema de fondo para la última idea de qué debería ser la competición que tome el testigo de la Champions League.

Según cuentan, un gran torneo abierto a los mejores clubes de cada país por historia y resultados, ocupando el fin de semana y como gran contrapeso a la Premier. Una bomba de humo, imagino, de poco recorrido desde un punto de vista de negocio. Todos atentos al TJUE y su sentencia.