Zaragoza

Un policía cree que puede tener sífilis por un mordisco al mediar en una riña en Zaragoza

El agente ha aportado una analítica en la que consta un resultado positivo en la bacteria que puede desencadenar esta enfermedad

El agente declaró ayer y aportó el análisis médico ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza

El agente declaró ayer y aportó el análisis médico ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza / ANDREEA VORNICU

A.T.B.

La discoteca Babia de Zaragoza vivió la noche del 23 de marzo dos acontecimientos extraordinarios. El primero de ellos sorprendió a todos los presentes en la sala de baile con la salida nocturna de la Princesa Leonor junto a sus compañeros de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza. El segundo fue una riña en la que intervinieron dos policías nacionales fuera de servicio para ayudar al vigilante de seguridad a disuadir el altercado con la mala fortuna de que uno de ellos recibió un mordisco en la pierna. Sería un episodio más entre otros tantos similares de la noche zaragozana, pero la sorpresa ha sido mayúscula porque el agente herido ha dado positivo en antitreponema, es decir, la bacteria del sífilis.

Así lo hizo constar ayer ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, donde fue citado a declarar a las 10.30 horas en calidad de perjudicado por los hechos relatados. Más allá de ratificar el atestado, el funcionario aprovechó su visita a la Ciudad de la Justicia para aportar la analítica a la que se sometió como consecuencia del mordisco que supuestamente le infligió A. M. C. (España, 1981) y que arrojó un resultado positivo en antitreponema.

Los hechos referidos se remontan a la madrugada del pasado 23 de marzo, en torno a las 03.00 horas, cuando uno de los agentes fuera de servicio se percató de que un joven se mostraba muy agresivo con el vigilante de seguridad que, en ese momento, sacaba fuera del establecimiento a dos de sus amigos. Con la intención de que no intercediera nadie más, se acercó a separar al resto de personas hasta que salió fuera de la discoteca y vio cómo un joven –A. M. C.– cogía un vaso de cristal y lo lanzaba contra el suelo.

Ante esta situación, intentó retenerle iniciándose en ese momento un forcejeo que obligó a intervenir a un segundo policía nacional fuera de servicio. Los agentes lograron inmovilizarle en el suelo, aunque no fue suficiente para que cesara su agresividad –«¡vamos para allá y lo solucionamos!», les dijo– hasta el punto de que continuó lanzando manotazos en el aire y uno de ellos alcanzó el cuello de uno de los agentes.

En ese mismo forcejeo, A. M. C. le propinó un mordisco en el muslo que le generó una herida acompañada de la rotura del pantalón y de la camiseta como consecuencia del rifirrafe. Para entonces ya se dirigía hacia allí una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, que detuvo a A. M. C. como presunto autor de un primer delito de atentado a agente de la autoridad y un segundo delito de lesiones.

El detenido, defendido por los abogados Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, quedó en libertad y ha sido citado a declarar el próximo mes de junio para aclarar las circunstancias que rodearon el suceso. Ayer también fue citado a declarar el encargado de la discoteca, quien también se ratificó en la denuncia que formuló un día después de los hechos. 

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