Levantar sueños

Lydia Valentín es triple medallista olímpica

Lydia Valentín es triple medallista olímpica

Carme Barceló

Carme Barceló

"Pues sí, soy un poco cuadriculada para todo. Sota, caballo y rey”. Conviene con la maquilladora los tonos de labios y las sombras de ojos. Sabe perfectamente lo que le sienta bien, lo que quiere y lo que la potencia. Y lo que cuesta saberlo y hacerlo. Como la vida misma. Lydia Valentín llega a la sala de entrenamiento pisando fuerte. De personalidad arrolladora, la halterófila recuerda el primer día que llegó al CAR de Madrid, “con quince años, junto a mis padres, hermanas y una de mis mejores amigas. Estaba feliz. Era mi sueño. Pase lo que pase, si tienes un objetivo y realmente quieres conseguirlo, ve a por ello”. Renunció a mucho, claro. “No es fácil irte a vivir a 400 kilómetros de tu casa -asegura- y perderte la adolescencia. Pero ese es el peaje. Mi vida es la que yo he elegido. Esta es mi pasión y siempre digo que yo no hago deporte, que el deporte me ha hecho a mí”.

Triple medallista olímpica, dos de ellas las recogió años después de ganarlas. El dopaje le robó la gloria de colgárselas in situ. Un peso que sumó al que levanta todos los días. “Una doble carga, que es la injusticia”, reflexiona. Pero a Lydia Valentín ese duro episodio no hizo más que fortalecerla. Prefiere no mirar atrás y pensar en Tokio. “Quiero volver a subir al podio y me da igual el metal de la medalla”, asegura. Serán sus últimos Juegos Olímpicos y después, en agosto, “reflexionaré, veré cual ha sido el desgaste y si me encuentro bien y con ganas, a por otro Europeo o un Mundial”.

Una frase en la pizarra de la sala: ‘Nada importante se logra sin entusiasmo’. Cerca, un grupo de chavales de 15 años. Los que tenía ella cuando llegó. “Aquí se gesta todo. Y más de la mitad de mi vida he trabajado entre estas paredes para ser campeona del mundo. La gente vive en la inmediatez. Le das a un botón y ya tienes lo que quieres. Y no, esto no funciona así. Si quieres algo te lo tienes que currar, esforzarte y sudarlo”. Si alguien representa los valores del deporte, esa es ella.