Sin rumbo en el norte de Londres

Desde la marcha de Pochettino en 2019, los proyectos de Daniel Levy en el Tottenham duran menos que un azucarillo en el café

Los ‘Spurs’ siguen sin proyecto: han despedido a cinco entrenadores en cuatro temporadas

Tottenham Hotspur vs Newcastle United

Tottenham Hotspur vs Newcastle United / EFE

Adrià Soldevila

Adrià Soldevila

El 1 de junio de 2019, el Tottenham acariciaba el techo del fútbol con la punta de los dedos, sin llegar a palparlo con las palmas de las manos, en una final de Champions League que cerró un ciclo difícilmente igualable.

Mauricio Pochettino había consolidado al Tottenham entre los cuatro primeros de la Premier League, le había acostumbrado a disputar la Liga de Campeones e incluso había peleado mano a mano con el Chelsea el título de liga 2016-17. El proyecto creció hasta esa final. El punto culminante de una trayectoria que quedará para el recuerdo como una de las más brillantes en la historia del Tottenham, aunque lejos todavía de su primer título liguero, con Arthur Rowe en el banquillo, en la 1950-51, tras haber ascendido de la Second Division, y de su segunda y última liga, diez años después, en la 1960-61, dirigidos por Bill Nicholson.

Desde la marcha de Pochettino en noviembre de 2019 han pasado cuatro temporadas y cinco managers. La paciencia de Daniel Levy, el presidente del club, se ha vaciado en estos últimos años. No ha asentado ningún proyecto desde la salida del técnico argentino, ni siquiera con tres entrenadores de éxito en el banquillo del TottenhamHotspur Stadium como son José Mourinho, Nuno Espírito Santo y Antonio Conte. Ninguno de los tres ha logrado remontar el vuelo de un conjunto que, cuatro temporadas después de disputar la final de la Champions League, ha tenido que pedir perdón a sus aficionados por actuaciones como la del fin de semana pasado, en la que los ‘Spurs’ cayeron humillados en casa del Newcastle United. Un 6-1 que hizo mucho daño a los seguidores desplazados al noreste de Inglaterra, que abandonaron la zona visitante antes del descanso con el marcador de 5-0, y a los que los mismos futbolistas han prometido devolverles el dinero de las entradas. Con estos resultados y con una dinámica exageradamente negativa, el Tottenham reza para no caer de los puestos europeos, lo que no sucede desde el curso 2008-09.

El proyecto de Levy ha sufrido un retroceso. Eligió a Pochettino tras el fallido intento con André Villas Boas –que también fracasó en el Chelsea– y el interinaje de Tim Sherwood, que se había empapado de los métodos de Harry Redknapp, y tuvo la perseverancia suficiente para asentar un plan que funcionó en la Premier League y maravilló en Europa por su solidez mental. La remontada en las semifinales de la Champions League ante el Ajax en Ámsterdam fue una gran prueba de ello. Pero la resistencia terminó ahí. No ganar la Champions Leagueen Madrid ante el mejor Liverpool de las últimas décadas pareció no gustar a la dirigencia del Tottenham, que aguantó a hasta que los resultados empezaron a fallar cinco meses después de la final del Metropolitano. En noviembre de 2019 todo terminó. Una decisión que hoy sigue golpeando a los aficionados ‘spurs’, que ven como su equipo es incapaz de arrancar un nuevo proyecto que devuelva la sonrisa a los norteños de Londres.

Sin rumbo en el norte de Londres

Sin rumbo en el norte de Londres / EFE

"Veo fuego en los ojos de los jugadores", dijo Antonio Conte dos semanas antes de ser despedido como manager del Tottenham. El equipo había logrado vencer 3-1 al Nottingham Forest tras tres partidos consecutivos sin lograr la victoria y habiendo caído eliminado de la Liga de Campeones ante el Milan. Ningún gol en toda la eliminatoria pudo hacerle el conjunto londinense a los ‘Rossoneri’. De hecho, la única ocasión de peligro en el partido de vuelta –con el 1-0 de la ida– llegó en el tiempo de descuento con un cabezazo de Harry Kane. La actuación no fue buena, pero el equipo se rehízo con el 3-1 ante el Forest que le mantenía en las posiciones de acceso a la Champions League. Fue la última jornada en la cuarta plaza. El empate posterior (3-3) ante el Southampton le sacó del top-4 y provocó la destitución de Conte, que ha mantenido silencio desde entonces.

Sólo ha pasado un mes desde el despido. Y dos entrenadores ya han sucedido a Conte. El primero, el italiano Cristian Stellini, que había aterrizado en Londres junto al propio Conte tras haberlo acompañado en sus exitosas aventuras en la Juve y el Inter. En cuatro partidos, Stellini ha cosechado una victoria, un empate y dos derrotas, la última y definitiva en el desastroso 6-1 ante el Newcastle United. Tras la dura caída, DanielLevy decidió que el segundo de tampoco debía terminar la temporada, con lo que volvió a situar como interino a Ryan Mason, que ya ocupó ese rol tras la destitución de Mourinho en abril de 2021.

Los ‘Spurs’ siguen sin proyecto: han despedido a cinco entrenadores en cuatro temporadas

Entregados a Kane

Desde hace nueve temporadas, Harry Kane es el máximo goleador del Tottenham. Nueve temporadas consecutivas en las que el delantero de 1,88 m se mantiene como el jugador más determinante de los ‘Spurs’. No tiene rival. Ni tan sólo un posible sustituto que pueda garantizar un rendimiento decente cuando no está disponible. Jimmy Greaves también fue durante nueve campañas (1961-1970) el máximo goleador del Tottenham. Eso sí, compartiendo el último curso con Martin Chivers, algo que a Kane no le sucederá. El ‘10’ lleva 26 goles entre Premier League, Champions League y FA Cup, lejos del segundo máximo artillero del equipo, Heung-Min Son, con 13 dianas. Las cifras del surcoreano definen la temporada de los ‘Lilywhites’. En las anteriores, Son había anotado 24, 22, 18, 20, 18 y 21 tantos, cifras difícilmente alcanzables este curso.

Sin rumbo en el norte de Londres

Sin rumbo en el norte de Londres / EFE

Todo pasa por Kane, que lidera en soledad a un equipo al que le falta una brújula, solidez defensiva y compañeros que ayuden al ariete en la zona de ataque. Pese a que sigue manteniendo cifras de récord, se da por sentado que Kane echa de menos a Pochettino. El argentino le marcó de por vida. Le consolidó en un equipo que no confiaba en él y le empujó para, años más tarde, ser considerado uno de los futbolistas más importantes de la historia del club. De hecho, es el tercer máximo goleador de la historia de la Premier League (207), a un solo gol de igualar la cifra de Wayne Rooney y a 53 de otra leyenda, Alan Shearer. Si Kane mantiene el mismo ritmo anotador que ha demostrado desde su consolidación en el Tottenham, los 260 tantos de Shearer no están tan lejos.

Fue Pochettino quien rescató a Kane de su periplo de cesiones. De los 17 a los 20 años, el Tottenham lo mandó al Leyton Orient, al Milwall, al Norwich y finalmente al Leicester, hasta que Tim Sherwood le hizo debutar en el primer equipo en abril de 2014. Pero Kane no logró mantenerse a buen rendimiento hasta la llegada de Pochettino. Su índice de grasa corporal era altísimo y el argentino le puso a raya. "Ahora se le ve más fresco porque entrena duro. Hace muchísimas dobles sesiones y se cuida mucho. Si te duermes, comes y te olvidas de entrenar, te pones gordo como yo y no puedes correr", llegó a decir Pochettino en 2017. Nunca más volvió a marcar ese índice de grasa. Y ahí sigue, a punto de cumplir 30 años, convertido en un ídolo. "Siempre te estaré agradecido por ayudarme a cumplir mis sueños. Hemos vivido momentos increíbles en estos cinco años y medio y nunca los olvidaré. Fuiste mi entrenador, pero también mi amigo, así que te agradezco la relación que tuviste conmigo", escribió Kane el día que Levy echó a su técnico favorito.