Maldito diario

"Yo no soy como Blatter. Mi mandato está siendo mucho más transparente"

"¿De verdad queréis quitarle a la gente sus partidos de selecciones?"

Infantino, presidente de la FIFA

Infantino, presidente de la FIFA / AFP.

PANENKA

Hace unos días estuve en Doha. Cierto, tampoco es que sea una novedad que me pase por allí. Pero esta vez era por una buena causa. Que no digo que el resto de mis viajes al golfo no sean por una buena causa. Es una forma de hablar, ya me entiendes... En fin, a lo que iba: hace unos días estuve en Doha para supervisar un programa de ayuda a los refugiados afganos que hemos organizado en la FIFA junto con el Ministerio de Exteriores de Catar. Un trabajo encomiable que ayudará a salvar la vida de decenas de personas vinculadas al fútbol femenino de Afganistán. Me sentí tan bien, que en el viaje de vuelta pude facturar una maleta extra: la conciencia ya no me pesaba tanto. Después de comprobar el trabajo que hacemos sobre el terreno, alucino con que sigamos teniendo tan mala imagen.

Y es que, querido diario, me parece que en estos más de cinco años de presidencia he dejado claro en sobradas ocasiones que yo no soy como Blatter. Mi mandato está siendo mucho más transparente. Los tiempos en los que la FIFA hacía negocios a escondidas con los Gobiernos más opacos y con los poderes más oscuros han quedado atrás; ahora lo hacemos a ojos de todo el mundo, como debe ser.

Hoy tampoco se otorga la organización de un Mundial al primero que pasa con un maletín y malas intenciones. No señor. La FIFA no va a estar esperándolo. No estamos en venta. Quien quiera una Copa del Mundo, que se la compre él mismo. Y, por supuesto, ya no estamos para aguantar las exigencias de los clubes. Decimos basta. Si algo nos ha enseñado este virus es que solo valoramos las cosas cuando las perdemos. Y no, no me refiero al ‘virus FIFA’ y a los equipos que pierden a sus jugadores por nuestra culpa. Voy mucho más allá: ¿de verdad queréis quitarle a la gente sus partidos de selecciones? Al fin y al cabo, es la única oportunidad que tienen muchos de sentirse más cercanos a su país. Como yo, que cada día me siento más pegado a mi querida Suiza. No se separa de mí. Especialmente alguno de sus fiscales. En esto del fútbol, tanto en el campo como en el despacho, más le vale a uno saber regatear. 

 Gianni I.