Nuevas oportunidades

Un exmilitar ucraniano monta su propio negocio de energías renovables en Alicante

En dos años, Anton Puzyrkov ha pasado de hacer instalaciones en viviendas particulares a encargarse de grandes huertos solares

Anton Puzyrkov en la Universidad de Alicante durante la jornada dedicada a los refugiados.

Anton Puzyrkov en la Universidad de Alicante durante la jornada dedicada a los refugiados. / J. A. M.

J. A. Martínez

Llegó a

Alicante

prácticamente con lo puesto desde 

Ucrania

 en 2018 como 

refugiado político

, país donde era militar profesional. Ante las dificultades para encontrar trabajo, Anton Puzyrkov optó por crear su propia empresa centrada en energías renovables y dos años ha pasado de hacer instalaciones en viviendas particulares a encargarse de grandes huertos solares con más de 40.000 placas.

Anton Puzyrkov ha participado recientemente en unas jornadas en la Universidad de Alicante por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) con motivo del Día Mundial del Refugiado. Se trata de una jornada en la que participaron cerca de un centenar de personas, entre empresarios y personas refugiadas interesadas en buscar salidas laborales y que este año estaba centrado en la búsqueda de empleo. La excesiva burocracia y el colapso de los sistemas de Extranjería provocan que sea una ardua labor en los que hay numerosas lagunas e inseguridad jurídica, motivo por el que desde estas jornadas se pretendía explicar cómo pueden ayudar a quien quisiera hacerlo. El caso de Anton se ha visto como un ejemplo de emprendimiento y de integración. "Ha luchado contra muchas adversidades y ha logrado salir adelante", aseguró a este diario Laura González coordinadora del CEAR en Alicante.

"Llegué a España en 2018 a través de un programa de refugiados donde estuve cerca de un año", aseguró Anton a este diario diario. Hasta medio año estuvo intentando encontrar un trabajo oficial con contrato, con el que poder acceder a comprar su propio piso. Así fue como en primer lugar se hizo autónomo y luego, "para poder hacer obras grandes, tenía que montar mi empresa", explicó. Pero aseguró que no fue nada complicado constituir una empresa, "más fácil que encontrar un contrato de trabajo". "La única complicación es el dinero para montarla, pero lo demás no. Y todo fue bastante rápido, un mes o dos meses tuvieron que pasar para que cumplieran todos los trámites". 

Inicialmente se trataba de una empresa de reformas. "Hicimos chalés, casas, pero luego como se daba bien los cálculos de ingeniería y de todo pasé a energías renovables", explicó. La actividad de la empresa eran las renovables, "pero solo de mano de obra, solo para instalación de las placas. De los trámites administrativos no nos encargábamos porque no tenía ni idea de cómo hacerlo". El hecho de que cada vez fuera más reclamado para hacer instalaciones fue "por trabajar bien y duro. La idea que tenía era hacer el trabajo como si fuera para mi". De esta manera, han llegado a un momento en el que los contratan empresas multinacionales. "Nos contratan para ser su mano de obra. Ahora, aparte tengo ingenieros que hacen proyectos y también hacemos nuestras propias instalaciones de placas fotovoltaicas. Estamos montando huertos solares", dijo. En el plazo de dos años y medio, "hemos hecho el salto de una vivienda con siete placas a huertos de 40.000 placas".

Un momento de las jornadas en la Universidad de Alicante.

Un momento de las jornadas en la Universidad de Alicante. / PILAR CORTES

A pesar de que parece haber un boom de placas solares, Anton aseguró a este diario que la demanda había caído un poco este año. "Ya no es tan demandada. Este año han bajado el precio y los impuestos de la luz. Cuando la gente tenía facturas de 4.000 euros se lo querían poner ya. Una vez que ha bajado han asegurado que se podían esperar", señaló. A pesar de este descenso de la demanda, nosotros tenemos trabajo hasta final de año porque trabajamos con más empresas". En estos momentos están desarrollando proyectos por toda España, algunos en Levante. "Un huerto solar para un fabricante de estructuras que nos contrata para montarlo. Ahora estamos en Barbastro (Huesca) y en Albacete. También tenemos una propuesta para ir a Francia, pero aun no hemos empezado", dijo.

Sobre la situación de la guerra en su país"no veo ninguna solución. Es horrible. En la guerra no gana nadie. La única solución es que al final ellos, después de tantos muertos, se sienten, hablen y firmen la paz en condiciones. Ganar no puede ganar ningún bando". Antón incidió en que "la guerra empezó en 2014 y en 2022, después de la invasión por las tropas rusas, ha sido la segunda fase". "La gente que vino antes huía de la guerra de las zonas de conflicto", explicó.

Incremento de las solicitudes

A lo largo de esta jornada celebrada en la Universidad de Alicante, desde el CEAR se ha tratado de explicar cuál es la situación de los refugiados y cómo se les puede ayudar para conseguir un empleo. El número de refugiados en España se disparó el año pasado al pasar de 65.482 a 118.842, un incrmento de un 81% que desde CEAR se atribuyó al cierre que hubo de fronteras en años anteriores como consecuencia de la pandemia del covid.

Imagen del juego de rol habilitado en las jornadas para conocer la realidad de los inmigrantes.

Imagen del juego de rol habilitado en las jornadas para conocer la realidad de los inmigrantes. / PILAR CORTES

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En estos momentos, las listas de espera para aquellos que ahora soliciten asilo consigan una entrevista están hasta finales del año que viene, según denuncia CEAR. Una situación que está causando que se incremente la vulnerabilidad y la precariedad de las personas refugiadas, porque hasta que no tienen la entrevista no son contabilizadas como solicitantes de asilo.

En las jornadas hubo un juego de rol en el que los participantes podían ponerse en la piel de un refugiado para conocer la realidad de huir de su país precipitadamenrte y jugarse la vida a bordo de una patera.