Las auroras boreales son el preludio de un fenómeno mucho más preocupante

El planeta está amenazado por una mancha solar de un tamaño masivo

Insólitas auroras boreales desde Canarias

Insólitas auroras boreales desde Canarias / Miguel Calero

Semanas muy intensas para la astronomía en España, primero con la aparición de intensas auroras boreales en nuestros cielos (a unas latitudes muy pocos habituales para este fenómeno), y después con un trozo de cometa que se desintegró a unos 80 kilómetros de altura sobre el océano Atlántico, frente a las costas onubenses.

Sin embargo, al menos en el caso de las auroras boreales, su presencia es tan solo el preludio de un fenómeno aún más preocupante.

La Universidad de Alcalá está a punto de poner en marcha un radiotelescopio único en el continente europeo con el objetivo de monitorizar de forma continua la actividad del Sol. Sorprendentemente, su instalación se produjo casi al mismo tiempo que la tormenta solar que causó las visibles auroras boreales. ¿Qué datos proporcionará el dispositivo?

En primer lugar, "si sale una eyección de masa coronal del Sol y viene hacia la Tierra", expone a El Confidencial la catedrática e investigadora del equipo de Meteorología Espacial del Departamento de Física y Matemáticas de la citada universidad, Consuelo Cid. Segundo, si se pierde la señal de los satélites GNSS, fundamentales para el funcionamiento de herramientas de uso cotidiano como el GPS.

Y es que en caso de producirse una tormenta solar aún más potente (y hay manchas solares de una gran extensión en la superficie del astro), se pueden producir problemas electrónicos de extrema gravedad, que incluso pueden afectar a la Estación Espacial Internacional. Y será cuando la actividad empiece a descender cuándo haya un mayor peligro de que estas tormentas geomagnéticas se magnifiquen.