Así lo vivieron las familias de los campeones mundiales en el Soccer City

Este sábado se cumplen diez años de la gesta más importante en la historia del fútbol español en el Soccer City de Johannesburgo. Cita que pude vivir insitu gracias a Mediaset. Desde primera hora pase el día en los alrededores del estadio del Soccer City muy cercano al Centro Internacional de Prensa de FIFA.

Es Justo reconocer que el naranja de Holanda ganaba en los alrededores a la Roja de España. Una importante colonia holandesa y una masiva presencia de aficionados llegados desde el país holandés tenia su explicación.

A las tres de la tarde hora local aquello ya era una locura, miles de aficionados ya esperaban a las puertas del estadio esperando la apertura de las puertas.

Y llegó el momento de entrar y, por logística del equipo desplegado por Mediaset, a mi me tocó sentarme en la zona de familiares. Allí estaban casi todos. Los padres de Xavi Hernández; el ex jugador azulgrana Perico Alonso junto a su hijo Mikel, el hermano y representante de Sergio Ramos, Rene Ramos. Allí estaban todos juntos para vivir aquel momento histórico. Muy próximos a la portería de Iker Casillas en la primera parte de aquella inolvidable final.

Su cara de admiración todavía la tengo clavada cuando el portero y capitán de la selección le saco el balón a Robben. Lo mismo que el gesto del ex azulgrana Perico Alonso con la entrada criminal de De Jong a su hijo. ¡Como se nota que llevaba un entrenador en las venas¡ No dejó de dar indicaciones durante todo el partido.

Especialmente me llamo la atención cómo acepto tanto el como su hermano cuando Vicente del Bosque decidió cambiarle. Dos futbolistas que entendieron la decisión.

Los nervios se iban apoderando de todos, especialmente cuando arrancó la prórroga. Hasta que llegó el minuto 116. Aquel instante donde Iniesta marca y todos ellos por momentos no sabían que hacer. El gol les pilló en el otro lado del campo, de ahí que al principio no sabían muy bien que hacer, si celebrarlo, si esperar por si lo anulaban. Pero ese instante dio pie a la locura, abrazos entre todos ellos, disfrutando de aquel momento increíble...

Los siguientes minutos fueron de expectación, deseosos que pitara el árbitro hasta que por fin señaló el final del encuentro. España era campeona del mundo. En sus ojos se podía ver el rostro de la emoción, de las lágrimas por lo que sus hijos o hermanos acababan de conseguir. Y yo fue un espectador de lujo de aquel momento del que hoy se cumplen diez años. Y parece que fue ayer.