Ni la lluvia puede frenar a Nadal

David Boti

David Boti

Como un rayo. A toda velocidad, Rafa Nadal ya está en semifinales tras liquidar a un mermado Kei Nishikori en tres sets (6-1, 6-1 y 6-3) y menos de dos horas de partido. El español sometió y de lo lindo al japonés a pesar de la forzosa interrupción por la lluvia en el tramo final. Fue capaz de mantener su nivel de excelencia durante de la mayor parte del partido, un registro que lleva persiguiendo desde el inicio del torneo. Ya está a solo dos partidos de su 12º título en Roland Garros. Ni siquiera el número siete del mundo fue capaz de plantarle cara o, al menos, de encontrar algún resquicio para 'robarle' un set.

Con el cielo tapado en París, de nuevo, volvió a hacer más viento del habitual en la Philippe-Chatrier, pero no lo acusó el balear. Agresivo como en estas dos últimas semanas, Nadal ganó poco a poco centímetros a la pista y se fue metiendo para sacar del partido a Nishikori a base de raquetazos. El primer set fue toda una declaración de intenciones. Dominó a placer y Kei no opuso resistencia. Dos puntos perdidos al servicio y 11 golpes ganadores para llevarse la primera manga en poco más de media hora.

En el segundo acto, Nadal volvió a mandar desde el resto, aunque quiso responder rápido Nishikori. Por primera vez aparecía sobre la pista, pero se diluyó en dos minutos. No encontró ninguna solución para frenar a un rival que le tiene tomada la medida. Cinco victorias en sus cinco duelos sobre tierra. Nunca ha cedido un set ante el tenista de Matsue sobre esta superficie. Resultado idéntico en el segundo parcial.

En el tercero, Rafa superó un despiste inicial para encarrilar su 91ª victoria en Roland Garros y Nishikori, ya superado, acabó reclamando asistencia médica porque su brazo derecho no daba para más. La lluvia obligó a parar el partido durante una hora y, tras la reanudación, selló el triunfo demostrando que sigue siendo uno de los mejores restadores del planeta sobre superficies lentas. Tuvo oportunidad de romper al nipón en casi todos sus juegos de saque. Una auténtica barbaridad por el rival, por la ronda y por la categoría del torneo en el que se encuentra. Cinco victorias ya en París y a solo a dos más del objetivo.