Marega: "No soportaba los gritos de mono"

El racismo vuelve a ser noticia en el fútbol. Esta vez en Portugal, donde Moussa Marega fue víctima de gritos racistas en el campo del Vitoria de Guimaraes, su equipo en la temporada 2016-2017.

El maliense anotó el 1-2 y, a partir de ese momento, los aficionados la tomaron con él. A los 68 minutos de juego decidió que ya era suficiente y cogió la directa hacia fuera del césped. Por el camino, compañeros y rivales trataron de impedirlo, pero su entrenador Sergio Conceiçao hizo un cambio de urgencia -Wilson Manafa- para evitar que la cosa fuera a mayores. El delantero del Oporto dedicó gestos de desaprobación hacia la grada con sus pulgares hacia abajo.

Tras este episodio, ha explicado el porqué de su marcha: "No podía soportar los gritos de mono". Además, entiende la reacción de sus compañeros, que en ese momento no entendían a Marega: "Ellos querían calmarme porque me conocen muy bien. Saben que cuando estoy nervioso soy duro". Para terminar, afirma que "no quería seguir jugando en ese campo" tras los abucheos y gritos racistas.

Los árbitros del partido se llevaron la peor parte. El jugador arremetió contra ellos por no defenderle ante esto y mostrarle una tarjeta amarilla. Espera "no volver a verlos en un campo de fútbol" porque cree que "son una vergüenza".

No es la primera vez que ocurre un episodio de racismo en el fútbol este año. Portugal ya ha reactivado el protocolo contra el racismo. Seguro que la valentía de Marega supondrá un antes y un después en la liga portuguesa.