Atlético - Real Madrid: Bajo el síndrome del 3-7 de la pretemporada

Alejandro Alcázar

El <strong>derbi</strong> aparece bajo el síndrome del 3-7 que infringió el <strong>Atlético de Madrid</strong> al <strong>Real Madrid</strong> el pasado 27 de julio en el estadio MetLife de Nueva Jersey, correspondiente a la Champions Cup veraniega. Es la goleada más severa que los rojiblancos han metido nunca a los blancos después de una temporada en el que por fin consiguió ser el mejor equipo de la capital, al quedar por encima en la Liga y favorecido por el año en blanco de los madridistas. 

Un partido que devolvió la depresión a la afición merengue, que comprobó que todo seguía igual a como terminó el curso pasado pese a los refuerzos de pretemporada y los pocos cambios que Zidane y Florentino Pérez habían introducido en la plantilla. En el At. Madrid se vivió lo contrario. Se instaló la sensación de euforia con un partido perfecto, donde apareció con luz propia Joao Félix, el fichaje estrella del verano, y la recuperación de Diego Costa, autor de cuatro goles que desangró a la defensa madridista. 

Líder por deméritos ajenos

Dos meses después vuelven a verse las caras. Además de esa rivalidad incesante se juegan el liderato de la Liga. Los locales afrontan el partido con esa sensación de superioridad después de pasar por encima de su rival, aunque Koke se ponga la venda antes de la herida: “Que el Madrid está muerto es mentira”. Y es que el capitán rojiblanco es consciente que los blancos heridos son mucho más peligrosos. Si el Real Madrid es líder de la Liga es más por deméritos del At. Madrid y del Barcelona que por méritos propios. 

De aquel 3-7 solo repetirán de inicio cuatro jugadores madridistas: Courtois, Ramos, Kroos y Hazard. Mientras que en el equipo de Simeone serán ocho los que repitan de aquella histórica goleada: Oblak, Trippier, Savic, Koke, Saúl, Lemar, Joao Félix y Diego Costa. Pero a Cerezo, presidente del At. Madrid, parece que le preocupa más el 1-3 del año pasado en el que el VAR aclaró algunas jugadas que no le favorecieron: “Hay quien dice que es un arma fantástica, yo pienso que es un problema. Ahora tenemos dos problemas: el árbitro y el VAR. Yo preferiría el derbi sin VAR”.