El plan B de Zidane ya no da la talla

Isco no aprovechó la oportunidad ante el Cádiz

Isco no aprovechó la oportunidad ante el Cádiz / AFP

Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, se ha dado de bruces con la realidad. El francés se ha quedado de la noche a la mañana sin el fondo de armario que siempre le acababa sacando las castañas del fuego y el equipo lo está pagando en este arranque de temporada. La derrota contra el Cádiz ha puesto de manifiesto las debilidades de una plantilla que no se ha reforzado y que está dando síntomas evidentes de impotencia y a veces de indolencia, especialmente cuando Zidane recurre a sus habituales rotaciones.

Jugadores que se mostraban fiables siempre que Zidane les necesitaba han dado un paso atrás evidente. Y sin argumentos en el banquillo, el equipo blanco se ha empezado a desangrar, como se pudo comprobar ante el Cádiz. Courtois evitó la primera sorpresa de la temporada ante el Levante, pero no pudo sostener al equipo con sus paradas frente al equipo amarillo. La presencia en el once inicial de jugadores como Marcelo, Isco, Nacho y Lucas Vázquez acabó resultando una losa demasiado pesada.

decepción

El Real Madrid pagó especialmente unos primeros 45 minutos para olvidar. Los cambios que hizo Zidane en el descanso resultaron ilustrativos de su decepción. Se quedaron en el banquillo Isco, Modric y Lucas Vázquez. A Nacho no tuvo más remedio que mantenerlo en el once por la lesión de Sergio Ramos. Y a Marcelo, que volvió a dejar claro que es una sombra de aquel lateral vertical y deslumbrante que fue en su día, le salvó los muchos minutos que acumula Mendy.

Las rotaciones han dejado de ser una solución para convertirse en un problema para Zidane. El técnico blanco se ha quedado sin fondo de armario con las salidas de James Rodríguez, Reguilón, Brahim Díaz, Mayoral, Ceballos o Achraf. Se ha quedado con suplentes que empiezan a vislumbrar el ocaso o están muy lejos de su mejor versión, o con reservas en los que no confía nada, como Odriozola o Mariano.

faltos de gasolina

La diferencia entre el plan A y el B empieza a ser abismal, y cuando los teóricos titulares andan faltos de gasolina, como sucede cuando llegan los parones por los compromisos internacionales, el equipo madridista se descompone. Tampoco le ayudó la lesión de Sergio Ramos y la falta de frescura que exibieron indiscutibles como Varane, Modric, Kroos o Benzema. Los cinco demostraron que necesitan dosificarse más y, salvo al delantero francés, no les ayuda acumular viajes y minutos con sus respectivas selecciones.

Marcelo (32 años) y Nacho (30) ya no rinden como antaño. Isco lleva dos años enredado en su propio dilema existencial (no logra remontar, consciente de que su carrera va cuesta abajo sin frenos). Y Lucas Vázquez se ha aburguesado. El club madridista les puso en el mercado en verano, pero ninguno quiso marcharse pese a ser conscientes de que iban a tener poco protagonismo.