El Madrid se quedó con las ganas

El equipo de Zidane selló una infructuosa remontada en la recta final

La victoria del Atlético en Valladolid le dejó sin títulos once años después

El Madrid sufre y remonta ante el Villarreal: el resumen del partido

Xavi Canals

El Real Madrid cerró la temporada en blanco once años después. El conjunto que dirige Zinedine Zidane necesitaba ganar y que el Atlético no lo hiciera para conquistar el título de LaLiga Santander. Cumplió con agonía, con los postreros goles de Benzema y Modric levantando el gol de Yeremy, pero los colchoneros también remontaron en Pucela cercenando las opciones blancas.

Real Madrid - Villarreal 22/5/2021

LaLiga Santander

2
1
Alineaciones
Real Madrid
Courtois; Odriozola (Mariano, 68'), Militao, Varane, Miguel (Marcelo, 68'); Fede Valverde, Casemiro (Nacho, 68'), Modric; Marco Asensio (Isco, 56'), Benzema, Vinicius (Rodrygo, 56').
Villarreal
Rulli; Mario Gaspar; Raúl Albiol, Pau Torres, Pedraza; Yeremy (Raba, 81'), Capoue (Coquelin, 66'), Parejo, Manu Trigueros (Moi Gómez, 86'); Gerard Moreno (Paco Alcácer, 81') y Bacca (Rubén Peña, 66').

Un fracaso con mayúsculas que no se producía desde la campaña 2009-2010, con Manuel Pellegrini al frente. Fue la primera campaña de la segunda etapa de Florentino Pérez al frente del club. Curiosamente, todas las temporadas en blanco del siglo XXI han llegado con el actual máximo mandatario. De hecho, Florentino puso fin a su primera presidencia en 2006, antes de encadenar dos años sin títulos. Desde que se iniciara la Liga, en 1928, es la 27 temporada que el Real Madrid cierra sin llevar un título a su vitrinas.

La actitud con la que el Real Madrid afrontó el encuentro no fue la de un equipo que necesita ganar imperiosamente para asaltar el título. El conjunto de Zidane hizo un ejercicio de impotencia ante un Villarreal que campó a sus anchas. Los madridistas fueron un equipo plano al que parecía pesar las botas. Prueba de ello es que su único disparo a puerta llegó a segundos para el descanso: un cabezazo manso de Casemiro a las manos de Rulli a la salida de un córner.

Los de Emery sabían muy bien por donde hacer daño a los locales, a la espalda de Odriozola y sacando a Militao y Varane de su posición. El Villarreal martilleó una y otra vez esa banda derecha con las incursiones de Pedraza, que casi se convirtió en un extremo. Y ganó superioridad en la medular con las apariciones entre líneas de Gerard Moreno.

Mazazo cuando LaLiga estaba a tiro

Así llegó el tanto de Yeremy. El de Santa Perpétua metió un balón de cuchara al canario que éste convirtió en el 0-1 con un primoroso control. El mazazo llegaba justo después de que el Valladolid se adelantara ante el Atlético y pusiera en bandeja el título a los madridistas. Los de Zidane acusaron el golpe y si no se fueron a la lona fue porque Bacca estuvo lento y torpe para rematar un centro de gol de Pedraza.

El Real Madrid solo podía correr detrás de un balón que el Villarreal movía a su antojo la mayor parte del tiempo. A falta de otros argumentos y acuciados por la desesperación, los blancos reclamaron un penalti por una mano absolutamente involuntaria de Parejo. Pero ni siquiera el argumento de la persecución del VAR servía esta vez de excusa.

La imagen del Real Madrid era la de un equipo absolutamente fundido, con Vinicius como muestra fehaciente. La chispa y velocidad del brasileño, habitualmente eléctrico, brilló por su ausencia. Solo Modric y Benzema tiraron del carro en cuentagotas. A todas luces insuficiente.

Los blancos salieron dispuestos a apurar la gasolina que les quedaba, pero recibieron un doble golpe que cercenó sus esperanzas. En un minuto de diferencia, el VAR invalidaba un gol a Benzema por fuera de juego y Correa restablecía la igualdad en Pucela para el Atlético. Quedó claro que el Real Madrid estaba muerto minutos después cuando Benzema falló un gol casi a puerta vacía tras un error de Rulli.

Zidane quemó sus naves dando entrada a Nacho, Marcelo y Mariano para jugársela con tres centrales y el resto arriba, a toque de corneta. Antes había tiado ya de Isco y Rodrygo. Pero ya era muy tarde. A esas alturas, Luis Suárez había dado la vuelta al marcador en el Nuevo Zorrilla, sellando el título para el Atlético. La tradicional flor blanca se marchitó, a pesar del habitual arreón final.