Hartos del victimismo de Bale

Bale: "Yo soy un golfista, ¿no han visto las fotos?"

 El jugador blanco tiró de sarcasmo para hablar de su afición al golf y las polémicas que le ha traído / Perform

Alejandro Alcázar

Gareth Bale ha dado su versión sobre la situación que ha vivido este verano con declaraciones a los medios de su país que no han sido bien recibidas en el seno del club madridista. El jugador más caro de la historia del Real Madrid ha elegido un perfil victimista para explicar las malas vibraciones que he tenido durante un verano en el que el club madridista lo puso en el mercado cargado de razones

Se considera un ‘profesional’ que sigue sin hablar español después de seis años en el Real Madrid, algo que debería ir implícito en su profesión. Owen, que pasó por el Real Madrid, ha llamado “basura” a Fabio Capello, que también entrenó a los blancos, por no hablar inglés cuando fue seleccionador de Inglaterra: “¿Cómo va a dirigirnos este tipo?' No tengo ni idea de qué hizo la Federación nombrando a alguien que no sabía hablar inglés”. A Bale le pasa lo mismo, aunque entiende apenas se expresa en español. “Debería aprender español por respeto al club”, le reprochó hace unos meses otro galés, JB Toshack, que también entrenó a los blancos y que antes había dicho: “Aprende el idioma, es insultante”.

Justificó su bajo rendimiento

Bale aprovechó para atacar a Zidane con falsos argumentos: “Estuve cinco o seis semanas sin jugar”, cuando en realidad fueron dos. Así justificó sus malas actuaciones con Gales. La realidad es que el jugadores se abandonó al final de temporada como muchos compañeros: Marcelo, Isco, Kroos… Afirma que fue “cabeza de turco”, y puede tener razón, pero no debería olvidar que fue la afición del Bernabéu la que no le pasó una cansada de sus malas actuaciones y bajísimo rendimiento siendo el jugador que más cobra del equipo.

Sus palabras son entendidas como una justificación que no se corresponden con los hechos. Pero es cierto que cuando está en forma, marca diferencias. Por eso Zidane le pone cuando está enchufado y lo quita cuando no. Y desaparece más que aparece por sus abandonos de funciones y sus miedos a lesionarse. “No diría que estoy jugando feliz”, asevera. Si no es feliz jugando en el Real Madrid como asegura, ¿por qué no se va?, se preguntan muchos madridistas.