La bula de Gareth Bale en el Real Madrid de Santi Solari

Bale volvió a ver puerta en Champions

Bale anotó el gol que abrió la lata en el Roma - Real Madrid   / MEDIAPRO

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Cambian los entrenadores en el banquillo del Real Madrid, pero se mantiene el debate en torno a Gareth Bale. El delantero galés, autor de uno de los tantos del equipo en el duelo de la Champions ante la Roma (0-2), sigue sin ofrecer lo que esperan de él desde hace un lustro: el rendimiento de estrella que se le atribuía cuando se cerró su multimillonario fichaje procedente del Tottenham Hotspur.

Nadie pone en duda la calidad de Bale que desde 2013 ha demostrado con cuentagotas. Hasta cinco técnicos -Ancelotti, Benítez, Zidane, Lopetegui y ahora Solari- han buscado la fórmula para que el galés sea uno de los líderes del proyecto merengue. Pero unas veces por las lesiones y otras por su indolencia, Gareth apenas a estado a la altura de las expectativas.   

Un gol, sí, pero...

La situación no fue diferente frente a la Roma. Bale salvó el expediente al marcar el 0-1 tras un regalo del conjunto local; un gol que estuvo a punto de fallar. Pero su partido, en términos generales, volvió a ser una réplica de sus anteriores apariciones.

El 'Expreso de Cardiff' juega desconectado del equipo y da la sensación de que va por libre, de que no entra en el juego colectivo madridista. Así, Marcelo no se entendió con él en la banda izquierda y el brasileño transmitió más de una vez la sensación de que se desesperaba por la falta de sintonía con su compañero.

Si las deficiencias en ataque fueron evidentes, su indolencia en defensa casi parece crónica; Gareth apenas se implicó en el trabajo del equipo mientras otros de sus compañeros se multiplicaban. 

DESESPERA

Bale corre, pero sin sentido y haciendo la guerra por su cuenta. Ante la Roma, sus compañeros le buscaron más que nunca, pero volvió a ser el jugador indolente y sin sentido de siempre

La situación se agrava por el hecho de que la grada está dividida entre los que valoran su talento por explotar -cada vez un sector más reducido- y los que piden a gritos que desaparezca del once inicial y sea traspasado. Hay el convencimiento general de que juega impuesto desde los despachos.

En cambio, en el club siguen valorando a Bale como el mejor activo de la plantilla por ese gran potencial que no sabe explotar. Y Florentino Pérez y su entorno de confianza se desesperan pues han depositado todas sus esperanzas en él tras la abrupta salida de Cristiano Ronaldo.