410 días después, Bale jugó de ‘azul'

Bale fue una de las notas positivas del amistoso de ayer ante el Milan. El galés parece dispuesto a ganarse un sitio en el once titular

El extremo galés no se enfundaba la camiseta del Real Madrid desde el 24 de enero de 2020

Bale fue uno de los protagonistas del amistoso ante el Milan

Bale fue uno de los protagonistas del amistoso ante el Milan / AFP

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El galés Gareth Bale fue sin duda el gran protagonista del amistoso de ayer en el Wörthersee Stadion. 410 días después, el extremo volvió a enfundarse la camiseta madridista tras su cesión en el Tottenham y dio señales de estar dispuesto a volver por sus fueros. Solo le faltó redondear su actuación con un gol. La suerte se lo impidió, ya que dispuso de un penalti forzado por él mismo y también de una buena ocasión con un buen disparo que Maignan desvió a córner.

Bale llevaba sin jugar con el Real Madrid desde el 24 de junio de 2020. Ese día disputó 70 minutos en un partido de Liga ante el Mallorca en el Alfredo Di Stéfano. Tampoco marcó. De hecho, para encontrar su último gol como madridista hay que remontarse al 22 de enero del año pasado, cuando el galés marcó uno de los tres tantos de su equipo en un partido de la Copa del Rey en el campo del Unionistas.

Año y medio después, sigue sin romper esa mala racha que le persigue. El extremo galés lució el dorsal número 50 ante el Milan, ya que ael 11 se lo arrebató el olímpico Marco Asensio la pasada temporada. Pese a todo, habrá que ver qué dorsal luce a partir de ahora una vez arranque la competición oficial el próximo fin de semana.

Por su parte, Luka Jovic volvió a pasar sin pena ni gloria por el partido. El delantero serbio volvió a decepcionar, pese a que su actitud mejoró notablemente respecto al anterior amistoso ante el Rangers. Su único problema es que pasa completamente desapercibido y ni siquiera dispone de ocasiones de gol. Su única aportación durante los 45 minutos que Ancelotti le dio ayer fue el pase a Bale en el contragolpe que acabó con el derribo del galés dentro del área y el correspondiente penalti. Poco más.

El técnico italiano reza para que no se le lesione Benzema, su único ‘9’ de garantías.