Harry Kane desata la locura en Stamford Bridge

El internacional inglés marcó el gol del empate ante el Chelsea en el último suspiro

Conte y Tuchel protagonizaron un careo para la historia al final del partido

Kane celebra con Richarlison el gol del empate ante el Chelsea

Kane celebra con Richarlison el gol del empate ante el Chelsea / EFE

Alberto Teruel

Locura absoluta en Stamford Bridge. Harry Kane apareció en el último suspiro para rescatar un empate ante el Chelsea en un derbi que tuvo de todo. Emoción, tensión, goles polémicos y como colofón, un careo entre Tuchel y Conte que quedará para la historia. El técnico alemán fue superior en la pizarra, pero los 'spurs' hicieron gala de su carácter competitivo para salvar un punto 'in extremis'.

Chelsea-Tottenham 14/08/22

Premier League

2
2
Alineaciones
Chelsea
Mendy; James, Thiago Silva, Koulibaly; Loftus-Cheek, Kanté (Gallagher, 85'), Jorginho (Azpilicueta, 73'), Cucurella; Havertz (Broja, 90'), Mount; Sterling (Pulisic, 85').
Tottenham
Lloris; Romero, Dier, Davies; Emerson (Moura, 82'), Bentancur (Bissouma, 79'), Hojbjerg, Sessegnon (Richarlison, 57'); Kulusevski, Son (Perisic, 79'); Kane.

La primera gran aproximación llegó por parte del cuadro 'blue'. Tras varios minutos llevando la batuta ofensiva, Havertz dispuso de un mano a mano con Lloris, pero el francés hizo gala de sus reflejos felinos para frustrar el intento. Lamentablemente, esta extraordinaria parada no sirvió de nada.

El despeje del guardameta del Tottenham se perdió por la línea de cal, y Cucurella se tomó el esférico con decisión para ejecutar el saque de esquina. Con una precisión milimétrica, el servicio del ex azulgrana fue a parar a Koulibaly, que se estrenó como goleador con el Chelsea mediante una volea inapelable.

El despliegue de los de Tuchel fue sobresaliente y la presión, incesante. Como resultado, el Tottenham quedó anulado durante la primera mitad. El experimento de Reece James en línea de tres y el rendimiento de Cucurella en el carril izquierdo, tanto en defensa como en ataque, se consolidaron como las fortalezas del novedoso planteamiento de Tuchel.

Conte necesitaba un agitador para cambiar el rumbo del partido, y le confió este papel a Richarlison. La entrada del brasileño a los 10 minutos del segundo acto convirtió el partido en un intercambio de golpes. No hubo ataque 'blue' sin réplica 'spur' y viceversa. En este frenético baile, Kane dispuso de un mano a mano ante Lloris, pero fue incapaz de culminar su intento.

En cuestión de minutos, se desató la locura en Stamford Bridge. Hojbjerg conectó un zapatazo desde fuera del área para firmar las tablas. Conte, preso de la euforia, fue corriendo hacia Tuchel para celebrar el gol, que respondió a su provocación con un careo. Mount, por su parte, siguió protestando al cuarto árbitro, pues consideró que el tanto de la igualada venía de una falta previa de Bentancur.

El Chelsea intentó reaccionar, pero Havertz cometió un error inexplicable al mandar fuera un maravilloso centro de Reece James al que solo tenía que poner la puntilla. El inglés, desesperado tras el error, dejó atrás su papel de asistente para aparecer desde segunda línea y batir a Lloris. La grada estalló de felicidad, y Tuchel corrió por la banda con el puño en alto.

Cuando todo parecía visto para sentencia, apareció el de siempre. En el último suspiro, Harry Kane emergió entre la zaga del Chelsea para cabecear un servicio de esquina y perforar la portería de Mendy, estableciendo el 2-2 definitivo en el luminoso. El tanto del empate volvió a desencadenar un nuevo enfrentamiento entre ambos entrenadores, que terminaron expulsados.