El City de Pep impone su tiranía

Guardiola vuelve a ganar la Premier con el Manchester City

Guardiola vuelve a ganar la Premier con el Manchester City / Perform

Albert Gracia

Cuando Guardiola decidió decir adiós al sueño azulgrana las voces más críticas anunciaron el fin de un entrenador al que habían encumbrado una serie de jugadores únicos. El Barcelona jugaba como los ángeles porque eran MessiIniestaXavi y compañía los que escribían la partitura de una orquestra simfónica sin igual. No había estridencias ni desafines. Nadie jugaba como ese Barça y posiblemente nadie más lo haga.

Pues bien. El técnico de Santpedor ha demostrado que su fútbol traspasa las fronteras. Que jugar al son del esférico suele ser sinónimo de éxito cuando mueres con tus ideas. Múnich vibró con un Bayern que jugaba a lo que Guardiola quería. Y Manchester ha sido la confirmación de esa tendencia: los equipos de Pep son reconocibles a los cinco minutos. Da igual el rival, la competición y los jugadores que tengas. “El juego de Guardiola no puede triunfar en unos terrenos como los ingleses”, pensaron algunos. Ahora están en la cueva, esperando a que Pep vuelva a pinchar para criticarle hasta la saciedad. Si es que lo hace algún día.

De momento, toca ponerse las manos a la cabeza con lo que está haciendo en tierras británicas. Llegó para imponer un estilo, para seguir haciendo historia y su City ya es una hegemonía en Inglaterra. Tanto que en su tercer año ya ha ganado lo que nadie había logrado en la historia del fútbol inglés: llevarse las tres copas domésticas en una misma campaña. La espina de la Champions no puede empañar una temporada descomunal de un equipo que ha ganado y ha maravillado con un fútbol sin igual en Europa. A eso se le llama morir con una filosofía. El tiempo le ha dado la razón. 

UN PASEO EN LA FA CUP

Ante el Watford, Guardiola volvió a reinar en su Wembley ‘natal’. Ese césped ha visto pasar la obra más mejorada del técnico de Santpedor: la Champions conquistada al United de Ferguson. Aunque la final de la FA Cup tampoco se queda corta. El City fue un ciclón y vapuleó a un cuadro ‘hornet’ que bastante tuvo con aguantar las embestidas de la primera mitad. Guardiola tocó el equipo, dio entrada a De Bruyne y el City ganó el partido como quiso. Asimismo, además del juego de posición más académico, el conjunto ‘citizen’ le ha ido dando matices a su idea y es capaz de dinamitar los partidos a base de contras.

Y todo para convertirse en una auténtica tiranía en Inglaterra. En una hegemonía que ni siquiera el Liverpool, haciendo 96 puntos en Premier, es capaz de tocar. Ganar en un territorio como el inglés no es fácil pero Pep y su City ya han malacostumbrado a los suyos. El de Santpedor, tras la última final conquistada, advirtió a su afición que disfrutaran de esta temporada puesto que la siguiente puede no ser tan buena. Es cierto. Pero no es menos cierto que a este nivel pocos equipos pueden toserle. Pep Guardiola, ese tirano que todo lo quiere.