El Chelsea 'rehúsa' la tercera plaza

Victoria del West Ham ante el Chelsea

Alba López

Contaba sus partidos por victorias el Chelsea (dos en Liga y una en FA Cup) tras el parón obligado de marzo, pero hoy volvió a saborear la hiel de la derrota en el derbi londinense ante el West Ham, donde esta vez fue el equipo pequeño tras morder el polvo con un tanto 'in extremis' de Yarmolenko que diluyó, de paso, la posibilidad de los 'blues' de auparse hasta la tercera plaza de la tabla tras la derrota que había sufrido el Leicester un par de horas antes.

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Premier League

3
2
Alineaciones
West Ham
Fabianski; Fredericks, Ogbonna, Diop, Cresswell; Soucek, Rice; Fornals (Balbuena, 93'), Bowen (Yarmolenko, 78'), Lanzini (Wilshere, 68'); Antonio.
Chelsea
Kepa; Azpilicueta, Rüdiger, Christensen, Marcos Alonso; Barkley (Loftus-Cheek, 63'), Kanté, Kovacic (Mount, 53'); Willian, Abraham (Giroud, 63'), Pulisic.

Lampard introdujo apenas dos variaciones respecto al once que sirvió la Premier League en bandeja de plata al Liverpool el pasado miércoles con la victoria por 2-1 ante el Manchester City en Stamford Bridge. Se cayeron de la alineación el joven Mount y Giroud, y entraron el exmadridista Kovacic Abraham, uno de los ojitos derechos del técnico desde su llegada al banquillo  'blue'.

Ante el West Ham, sin embargo, les faltó a los del distrito de Fulham la intensidad que mostraron ese día y a punto estuvieron de salir trasquilados en una primera parte en la que el revoltoso 'hammer' Soucek trajo por el camino de la amargura a la pareja de centrales del Chelsea formada por Rüdiger Christensen. Fue el checo el encargado de neutralizar al filo del descanso el tanto de penalti que había adelantado a los 'blues', y también a quien el VAR le anuló un gol unos minutos antes por un fuera de juego milimétrico. Previamente, no había perdonado Willian desde los once metros tras un derribo de Diop sobre Pulisic dentro del área. El central francés se comió el amago del exborusser y lo mandó al suelo.

REACCIÓN Y BATACAZO FINAL 'BLUE'

En la reanudación del encuentro el West Ham dobló la apuesta y no tardó en obtener su recompensa. Se rehizo Antonio después de reclamar un penalti que no fue tal y en boca de gol fusiló a Kepa. Era la segunda asistencia de la noche con premio de Bowen, que ya ha había habilitado a Soucek en el saque de esquina que desembocó en el 1-1.

Por aquel entonces, el Chelsea sangraba a herida abierta. Y pudo acabar con los morros en la lona si Lanzini hubiera acertado con un disparo franco desde el balcón del área que se perdió rozando el larguero. El linimento de Lampard para frenar la homorragia fue recuperar el plan que ejecutó ante el City, con Mount Giroud sobre el campo.

Sólo a partir de ese momento el Chelsea cogió vuelo. Y resurgió de la mano de un Willian estratosférico, autor del tanto de la igualada con un golpeo delicioso en un libre directo que acabó en el fondo de la red.

La obsesión de los 'blues' por conseguir la victoria y escalar hasta la tercera plaza de la tabla esta vez le jugó una mala pasada, pues ya casi con el tiempo cumplido Yarmolenko giró la tortilla para el West Ham en un contragolpe fulgurante que da esperanzas de salvación a los 'hammers' e impide al Chelsea poner tierra de por medio con Manchester United y Wolverhampton en la clasificación.