30 años de Alex Ferguson

Alex Ferguson: dícese del mejor entrenador que tuvo, y tendrá, el Manchester United. Este domingo se cumplen 30 años de su nombramiento.

El mismo día que José Mourinho se juega otro pedazo de su credibilidad como entrenador de los diablos rojos, en Swansea, el recuerdo de Fergie emerge al plano. Si cualquier tiempo pasado fue mejor, nadie como el escocés para protagonizarlo.

Ferguson llegó casi de casualidad al Manchester United. Reputado entrenador del Aberdeen, con el que puso en duda el duopolio Rangers-Celtic ganando hasta tres títulos de Liga y cuatro de Copa, además de conquistar la Recopa en 1983 contra el Real Madrid, en 1985 estuvo muy cerca del Liverpool y tras su corta experiencia como seleccionador escocés en el Mundial de 1986 rechazó sendas ofertas de Tottenham y Arsenal...

Héroe en el Aberdeen, estuvo cerca del Liverpool en 1985 y rechazó ofertas de Tottenham y Arsenal

Para entonces Ron Atkinson ya estaba muy cuestionado en el United y tras ser goleado por el Southampton (4-1) en la Copa de la Liga el cuatro de noviembre de 1986, Martin Edwards convenció a Ferguson con un contrato hasta junio de 1990.

Al cabo de dos días debutó en el banquillo con una derrota en Oxford y no estrenándose hasta su tercer partido (1-0 al QPR), cerró el curso con solo 12 victorias en 31 partidos.

Su principal y primera ocupación en Old Trafford fue reconducir la carrera de Bryan Robson y Norman Whiteside, conocidos en todo el norte de Inglaterra por su afición a la bebida y las juergas. Ferguson implantó un régimen disciplinario casi cuartelario en la plantilla y aunque su primera temporada no fue precisamente para enmarcar, allí comenzó a establecer su carrera en el club.

Su primer curso lo cerró con 12 victorias en 31 partidos y más ocupado en resucitar un equipo moribundo

"Le dimos toda la confianza y nadie entró en su trabajo. Creo que esa acabó siendo la clave del éxito del club" recordó años después Martin Edwards, el presidente de la época y que contra viento y marea le mantuvo en el cargo en el otoño e invierno de 1989, con el equipo derrumbado en la Liga, aplastado en Maine Road por el City (5-1) y humillado en Old Trafford por Crystal Palace, Tottenham, Norwich o Derby.

DEL MILAGRO DE ROBINS... A LA ETERNIDAD

Una gran pancarta colgada en el estadio con mensaje claro: Tres años de excusas y esto sigue siendo una mierda fue el aviso definitivo para Ferguson. "Fueron los peores momentos. Realmente creí que iban a despedirme" admitió el escocés... Que sobrevivió casi de milagro a una destitución cantada.

Si a Cruyff le salvó la final de Copa en 1990, a Fergie le salvó un partido, también de Copa, en plena temporada

Si alrededor del Camp Nou no se olvida que la final de Copa que en 1990 ganó el Barça al Real Madrid en Mestalla evitó el despido de Johan Cruyff, en Old Trafford se mantiene que la victoria de los diablos rojos en Nottingham, el siete de enero del mismo año en partido de la FA Cup salvó la cabeza a Fergie.

El Forest de Brian Clough ya había perdido su hegemonía pero se mantenía entre los grandes de Inglaterra y se contemplaba como el ejecutor definitivo. Un oportuno cabezazo de Robins bastó para ganar aquel partido, que acabó con United encerrado y sobreviviendo milagrosamente al asedio del Nottingham Forest.

"Aquella victoria cambió las cosas casi como de milagro" recordó después Mark Hughes. Aunque acabó la Liga en 13ª posición, la conquista de la FA Cup, tras ganar la final al Crystal Palace el 17 de mayo, regaló otra temporada de crédito... Y a partir de ahí nació, curiosamente coincidiendo en el tiempo con el <em>Dream Team</em>, un Manchester United excepcional.

Los diablos rojos, que aún tardarían tres cursos en ganar su primer título de Liga bajo el mando de Ferguson, le ganaron al Barça una final inolvidable de la Recopa en 1991 para, poco después, alumbrar a partir de Ryan Giggs a los Fergie Boys, que junto al fichaje de Cantona y la presencia de Schmeichel, Roy Keane, Hughes y demás convertirían al United en el mejor equipo de Inglaterra.

Todo ello comenzó un seis de noviembre. En 1986. Hace 30 años.