Abramovich, el hombre que cambió la historia del Chelsea

El magnate ruso llegó en 2003 a Stamford Bridge para convertirlo en un club potente en Inglaterra

Con él, el Chelsea ha levantado dos Champions, un Mundial de Clubes, dos Europa League y cinco Premier League

Abramovich anuncia que vende el Chelsea

Abramovich anuncia que vende el Chelsea / Perform

Albert Gracia

Albert Gracia

"Ha sido el privilegio de mi vida y estoy orgulloso de todos nuestros logros conjuntos. El Chelsea y sus aficionados siempre estarán en mi corazón". Así terminaba Roman Abramovich el comunicado en el que anunciaba que, tras casi 19 años presidiendo el palco de Stamford Bridge, ponía a la venta el club. Lo hacía influenciado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, por sus vínculos con el Kremlin y Vladimir Putin, y por la amenaza de la gestión de Boris Johnson de sancionar duramente a oligarcas rusos en el Reino Unido.

Con el imperio Abramovich tambaleándose en lo económico y con las críticas cerniéndose en el barrio de Chelsea por asuntos políticos, el magnate optó por echarse a un lado. Lo hizo primero dejando la presidencia a la fundación del club y ahora lo hará definitivamente.

La venta, que como todas tardará su proceso, acabará con casi dos décadas en las que el club logró entrar en otra dimensión. Los números hablan. Abramovich se hizo con la mayoría de las acciones del club por 85 millones de euros y asumiendo una deuda de 114,7. Ahora quiere venderlo por más de 3.000 millones.

El Chelsea, entre los más ricos del mundo

Con su llegada, el Chelsea pasaba de las manos de Ken Bates a las de un magnate ruso ambicioso, de tan solo 36 años, que iba a poner millones y millones para engrandecer al club. El conjunto 'blue' pronto se situó entre los más ricos del mundo y se posicionó para llevarse a los mejores jugadores del mercado.

Con el respaldo económico de Abramovich detrás, el Chelsea fue creciendo con la llegada de futbolistas que cambiarían la historia. Joe Cole, Damien Duff, Drogba, Ricardo Carvalho, Ashley Cole... Todos ellos llegaron en los primeros meses de la nueva era 'blue'. También llegaban los mejores entrenadores. Ranieri, Mourinho, Scolari, Ancelotti... Todos ellos pasaron por la mano de hierro del magnate ruso, que le tembló más bien poco el pulso para prescindir de todos ellos. Así ha sido Abramovich en el Chelsea, un tipo al que pagar indemnizaciones por despidos y sobreprecios por fichajes no le ha importado en exceso.

Siempre ha apostado por caballos ganadores a base de capital. Si un proyecto se caía a pedazos, al año siguiente aparecería otro. Ese poder ha permitido ver infinidad de estilos de juego en Stamford Bridge. De Mourinho a Tuchel. De Benítez a Ancelotti. A pesar de no tener un estilo netamente definido en las últimas décadas, lo que sí ha definido el Chelsea de Abramovich es su capacidad para ganar títulos.

Si antes de la llegada del ruso el Chelsea había levantado tan solo una Liga inglesa, dos Recopas, una Supercopa de Europa, tres FA Cup, dos Copas de la Liga y dos Community Shield como títulos más destacados, Abramovich se marchará de Stamford Bridge habiendo ayudado a conquistar dos Champions League, dos Europa League, cinco Premier League, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa, cinco FA Cup, tres Copas de la Liga y dos Community Shiel

“Creo que los trofeos hablan por sí mismos y muestran lo que hemos podido lograr. Mi objetivo es seguir ganando trofeos y construir para el futuro", decía Abramovich en marzo de 2021, mucho antes de saber que se tendría que despedir de su club más pronto de lo que planeaba. Ahora deja el Chelsea convertido en el mejor del mundo tras levantar el último Mundial de Clubes. "El club estuvo allí antes que yo y estará después de mí". Roman siempre lo tuvo claro.