Estos son las claves para no perder nunca la calma según los expertos

Los profesionales recomiendan una serie de acciones destinadas a dar un respiro al cerebro

Cuando nos enfadamos o sentimos miedo nuestra respiración se vuelve rápida y superficial

Cristiano pide calma en el momento de la celebración

Cristiano pide calma en el momento de la celebración / sport

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Los seres humanos somos animales profundamente emocionales y contamos con mecanismos de gestión de los sentimientos naturales. No obstante, existen ocasiones en que las emociones nos desbordan: situaciones de ira, situaciones de ansiedad o situaciones de estrés que ponen a prueba nuestra capacidad para resistir y mantener la calma.

En escenarios así, los profesionales recomiendan una serie de acciones destinadas a dar un respiro al cerebro de las emociones para así poder reaccionar proporcional y adecuadamente. Entre ellas y según los expertos de la University of Michigan Health, practicar la meditación.

"El objetivo de la meditación consciente es centrar la atención en las cosas que están sucediendo en este momento presente. Escucha al cuerpo. ¿La respiración es rápida o lenta? ¿Profunda o superficial? ¿Escuchas ruidos, como el tráfico, o solo escuchas el silencio?". Estos ejercicios fomentan la concentración y la escucha de las emociones propias, lo que disminuye la intensidad de las mismas. La clave reside en que poco a poco, con una rutina de meditación regular, vamos reprogramando nuestro cerebro y nuestra capacidad para no perder la calma se incrementa considerablemente. Logramos autocontrol automático.

Pero hay muchas otras cosas que podemos hacer para mantener la calma en momentos complicados. Pese a que en situaciones así no tienes tiempo para meditar, la respiración siempre está ahí. Según cuenta Scott Dehorty en Healthline, especialista en salud mental, "la respiración es la técnica número uno y más efectiva para reducir la ira y la ansiedad rápidamente". Esto es así debido a que la respiración está conectada con las emociones. Así, cuando nos enfadamos o sentimos miedo nuestra respiración se vuelve rápida y superficial, por lo que tomar respiraciones lentas y profundas manda señales de tranquilidad al cuerpo.

Además, desde este medio especializado en salud también recomiendan reconocer las emociones. No es una tarea sencilla: detenerse en mitad de un escenario tenso y permitirse sentir sin juicios ni presión. Pero tiene un efecto tranquilizador. Del mismo modo, también es importante no legitimar todos los pensamientos que vienen a la cabeza y que provocan estas emociones. A fin de cuentas, "parte de estar enfadado o ansioso pasa por tener pensamientos irracionales que no necesariamente tienen sentido". Respirar de forma relajada y profunda, así como sentir las emociones, nos dará espacio para repensar los pensamientos.

Otras técnicas a nuestra disposición son la visualización. Para ello es necesario "cerrar los ojos e imaginarse tranquilo en una situación estresante o que cause ansiedad". Esto puede realizarse in situ, pero será mucho más efectivo si lo hemos practicado diariamente como parte de una rutina de meditación y mindfulness. Las canciones relajantes, la escritura automática y la relajación muscular progresiva también pueden ser de bastante ayuda en situaciones límites. Probablemente lo más importante sea experimentar con ellas con la finalidad de detectar aquellas que funcionan mejor en cada persona y en cada escenario.