¿Qué postura es mejor para dormir?

Descansar adecuadamente se encuentra entre los requisitos fundamentales de un estilo de vida saludable. Pero descansar de manera óptima no pasa únicamente por dormir un buen número de horas. Existen otros factores que pueden condicionar enormemente la calidad del sueño. Y la postura es uno muy importante. En este sentido, desde el portal Sleep.org, fundado por la organización National Sleep Foundation, sin ánimo de lucro, han clasificado las distintas posturas que podemos adoptar para dormir según los beneficios que nos proporcionan, así como los perjuicios para nuestro organismo.

Y la ganadora indiscutible de esta comparativa es la postura bocarriba. En palabras de los especialistas del portal Sleep.org, "dormir bocarriba permite que la cabeza, el cuello y la columna descansen en una posición neutral", lo que "significa que no hay presión adicional en estas áreas". Y no solo eso. Dormir mirando hacia arriba también nos protege frente al reflujo gastroesofágico, conocido popularmente como reflujo gástrico. Es, sin ninguna duda, y salvo para quienes sufren apnea del sueño o ronquidos severos, la postura óptima de sueño. Y sin embargo solo un 8% de las personas la practicamos.

Un poco más popular es la postura lateral. En concreto, según datos de Sleep.org, hasta un 15% de la gente escoge esta postura para dormir cada noche. Sus ventajas son similares a las proporcionadas por la postura bocarriba: "dado que la columna vertebral está alargada, evita el dolor de espalda y de cuello", además de la prevención del reflujo gastroesofágico que aporta. Tiene una ventaja adicional puesto que, a diferencia de la postura bocarriba, mantiene las vías respiratorias abiertas y previene el ronquido, pero también cuenta con una desventaja extra: "puede provocar arrugas dado que la mitad de la cara empuja contra la almohada".

La postura lateral tiene además dos versiones. La primera de ellas, acerca de la cual hemos estado hablando en el párrafo anterior, es la postura lateral con las piernas relativamente estiradas o estiradas. Pero también podemos optar por la postura lateral fetal. De hecho, es la postura favorita del 41% de las personas. ¿Pero es una buena elección? La respuesta en este caso es depende, dado que "una posición fetal muy acurrucada puede restringir la respiración en el diafragma", además de poder hacernos sentir doloridos, especialmente si padecemos "artritis en las articulaciones" o dolores de espalda habituales.

No obstante, señalan los expertos de Sleep.org, "una posición fetal suelta (en la que estás de costado, torso encorvado y rodillas dobladas), especialmente del lado izquierdo, es excelente si estás embarazada". Esto es así porque dicha postura favorece la circulación sanguínea en el organismo y por extensión en el feto. Es por eso la postura recomendada oficialmente por la National Sleep Foundation para las mujeres embarazadas. Y no solo por la circulación. También porque "dormir sobre el lado izquierdo evita que se ejerza una presión excesiva sobre el hígado" y "promueve la salud de los riñones".

Por último, nos encontramos con la postura bocabajo. Una postura nada recomendada por los expertos en medicina y salud del sueño. ¿La razón? "Puede provocar dolor de espalda y cuello, ya que es difícil mantener la columna en una posición neutral", según sostienen desde Sleep.org. Además, esta postura también lleva a ejercer una presión excesiva sobre los músculos y sobre las articulaciones, lo que puede desembocar en entumecimiento, hormigueo, irritación de los nervios y dolor". La única ventaja que tiene es que ayuda a aliviar los ronquidos, pero no es beneficio suficiente para compensar sus daños.