El pádel juega a ser olímpico en Polonia

La tercera edición de los Juegos Europeos suponen la primera participación del pádel en un gran evento supervisado por comités olímpicos

European Games

El pádel fue protagonista en la inauguración de los Juegos Europeos de Cracovia / European Games

Àlex Masana

El debate sobre si el pádel debe ser olímpico sigue siendo uno de los más recurrentes entre los aficionados a este deporte. Algunos hablan de la poca historia, otros de los pocos países con alta participación. Los Juegos Europeos que se disputan hasta el domingo 2 de julio en Polonia pueden suponer un antes y un después en este debate. Un argumento a favor para los que luchan por ver el pádel olímpico más pronto que tarde.

Durante unos días, el pádel ha jugado a ser olímpico en la Plaza del Mercado de Cracovia. “Había colas para entrar en el recinto”, advierte con una sonrisa Marcela Ferrari, capitana del equipo italiano ganador de un oro, una plata y un bronce. En la localidad polaca, se tuvieron que construir pistas porque no había. No hay tradición. Y el pádel fue uno más de los 26 deportes que se practicaron durante la tercera edición de los Juegos Europeos, una cita que se organiza cada cuatro años bajo la tutela de los comités olímpicos de los países europeos. Un banco de pruebas. “Evidentemente, en un país donde no se juega al pádel… la organización no puede ser perfecta. Pero ha sido una pasada y te sentías uno más. Ahora, le toca a la Federación Internacional seguir trabajando. Se ha dejado una huella”, considera Ferrari, que asegura que ha cumplido un sueño. La capitana italiana, residente en Catalunya, fue la voluntaria más joven de la disciplina tenística en los Juegos de Barcelona’92. “Las de entonces fueron mis mejores vacaciones. Ahora, he vuelto a rememorar eso. Me he emocionado escuchando el himno italiano, se me paró el corazón entrando al estadio con el resto de las delegaciones y he podido intercambiar pins con otros atletas”, relata ‘Marce’. Solo tiene una única objeción: al coach de los y las ganadores no le toca ni medalla ni peluche. “Me lo regalaron mis jugadoras”, comenta. Fue un torneo de pádel diferente, nada que ver con los circuitos World Padel Tour, Premier Padel o A1 Pádel. “Salimos desde Roma con la delegación, vestidos todos con la misma indumentaria. Convives con deportistas de otras disciplinas”, enumera la capitana italiana. Y el formato también es diferente: hay competición masculina, competición femenina y mixta. “Yo era muy crítica con el torneo mixto y me ha parecido muy atractivo”, reconoce Ferrari. Además, el nivel fue más alto de lo esperado con partidos largos y a tres sets entre selecciones que, a priori, eran muy desiguales. Con España e Italia de estandartes. Solo Francia pudo entrar en el medallero con un bronce. En categoría femenina, Carolina Orsi y Giorgia Marchetti alzaron el oro para Italia superando a las españolas Barrera y Caparrós. En la masculina, David Gala y Santi Santigosa fueron los mejores. Y en la mixta, la barcelonesa Noa Cánovas y el mismo Santigosa se colgaron el oro ganando los italianos Sussarello y Cassetta. “Cuando ganamos el oro en el torneo femenino me fui al lavabo y no paré de llorar durante un buen rato. Para mi ha sido una experiencia espectacular”, relata la capitana de la selección italiana. El público polaco se enganchó. En un futuro ya se hablará de si el formato gusta o de si se puede llegar a ser olímpico definitivamente. Pero, en una Plaza del Mercado de Cracovia a reventar, el pádel jugó unos días a serlo. Se lo pasó en grande y dio la talla.