Una plantilla con dos Messis

Del Messi auténtico, de Lionel Andrés Messi Cuccittini, ya está todo dicho. Es el mejor futbolista de todos los tiempos y no ha conocido, como profesional, otro club que no sea el FC Barcelona. Llegó de su Argentina natal a los trece años y ahí sigue, con treinta y uno, marcando diferencias y liderando el mejor equipo de fútbol de la última década. Un caso ejemplar de adaptación y fidelidad a una ciudad, a un club y a una afición.

Pero el Barça cuenta con otro Messi, en tanto que mejor jugador en su posición y muchas veces decisivo en la consecución de los puntos en juego. Se llama Ter Stegen y es portero, un puesto clave en un equipo de fútbol que no siempre está reconocido. De Ter Stegen también hay mucho que decir y es justo que se diga. Es el Messi de la portería, el mejor portero del mundo, así que el Barça juega con dos Messis. Y ahora que Messi anda algo tocado físicamente, el portero gana puntos.  

UN GRAN NEGOCIO. Fue el último gran servicio de Zubizarreta al Barça. Muy criticado por su gestión en los fichajes, al entonces Director Deportivo del Barça le tocó afrontar una papeleta que parecía de difícil solución: el relevo de Víctor Valdés. Zubi lo tuvo claro desde el principio, había detectado a un portero de mucho futuro en Alemania y puso en marcha una operación a dos bandas. Claudio Bravo, de efecto inmediato, y Ter Stegen para que acabara de madurar en el Camp Nou y nadie pudiera quitárselo al Barça.

Una gestión impecable. Ter Stegen aguantó dos temporadas como suplente de lujo, aunque no solo para la Copa, también para la Champions, lo que fue fundamental para su motivación, y en cuanto tomó el mando total de la portería fue una explosión de talento y efectividad. Y lo mejor de todo, es que Ter Stegen fue un fichaje para diez o doce años a un coste de doce millones de euros. ¿Cuánto costaría ahora? Pues miren, Courtois le ha costado cuarenta millones al Madrid. Hagan ustedes mismos las cuentas.