"Un día más en la oficina"

Messi es el séptimo jugador más caro del mundo según el CIES

Messi es el séptimo jugador más caro del mundo según el CIES / Javi Ferrándiz

Rubén Uría

Rubén Uría

Un día más en la oficina. Messi, que hace de lo excepcional algo rutinario, dice adiós al 2018 habiendo anotado 47 goles y siendo máximo realizador del año natural de las cinco grandes liga de Europa, sumando todas las competiciones. D10S lleva 47 tantos, por los 42 de Lewandowski, 40 de Cristiano, 35 de Salah, 33 de Griezmann y 32 de Suárez. Hace días le entregaron su quinta Bota de Oro y Messi va camino de la sexta. Al fin y al cabo, este es un premio que no admite ni politiqueo, ni lobby, ni trampa, ni cartón. Aquí sí existe un único criterio: uno justo y tangible. Cuentan los goles y no los votos. Y por ahora, nadie marca más que Messi que, por cierto, no es delantero.

Imbatible. Otro que convierte lo novedoso en habitual es Jan Oblak. Ante un buen Espanyol, el gigante de Škofja Loka sacó dos goles cantados. Uno a Borja Iglesias y otro a Baptistao. Suficiente para que sus compañeros de profesión, los que votan los dichosos premios del curso, entiendan que no nadie puede creer en un premio que diga que este esloveno no está entre los tres mejores del mundo, porque el chiste se cuenta solo. Eso sí, al final el que sonríe es Simeone. Cuando su equipo no carbura, siempre aparece Oblak. Hace fácil lo difícil y posible lo imposible. No hay bola a la que no llegue y pelota que no bloque. Por momentos, parece inexpugnable. Un portero imbatible.

Aritz. A dos oficinistas de época, Messi y Oblak, se les une esta jornada un señor de 37 años que juega para hacer historia. Entre la genialidad y la locura, Aduriz transformó un penalti sin carrerilla, dando apenas un paso, de manera sutil y ajustada. Una vez patentada la “Ariztinha” desde los once metros, conviene echar mano de la leyenda: Aduriz ya es el mejor “9” de la historia bilbaína por detrás de Telmo Zarra. Y lo hace con una naturalidad aplastante. Para él, inventor de penaltis y goleador insaciable, la genialidad también consiste en otro día en su oficina.