El triple éxito de Ter Stegen

Cuando un jugador llega a la cima, es bueno hacer un ejercicio de revisión histórica. Ter Stegen es hoy mucho más que el portero titular del Barça: es el amo y señor de la portería, al que nadie discute ni tose, porque se lo ha ganado con su extraordinario rendimiento. Pero conseguir este sueño no ha sido precisamente un ejercicio tan fácil ni evidente.

De entrada, Ter Stegen es uno de los fichajes más exitosos de los últimos años, básicamente porque cumplía las tres condiciones soñadas en cualquier contratación: joven (22), muy barato (12 millones, que hoy parecen ridículos) y un talento innato. Fue quizás el mayor acierto de Andoni Zubizarreta, al que nunca se le ha reconocido suficientemente su visión y constancia en este fichaje.

Pero hubo un segundo acierto con el jugador, todavía más decisivo que el primero: hace dos veranos, el Barça tenía que decidir entre quedarse a un consolidado pero veterano Bravo, entonces titular, o apostar por Ter Stegen, que en aquel momento era todavía suplente. El club fue valiente, apostó por el alemán, y a pesar de que fue muy criticado, acertó de pleno porque supo anteponer la apuesta de largo recorrido al cortoplacismo.

El tercer éxito ha sido la respuesta de Ter Stegen, que hoy ya es para muchos el mejor portero del mundo o, lo que es lo mismo, el mejor situado para relevar a Buffon en el olimpo de la portería. En el fútbol, y en la vida, no existen las casualidades: si ha encajado tan bien en el Barça, si hoy es uno de los héroes de la afición, es porque tiene la cabeza muy bien amueblada.

La exquisita entrevista que le han hecho Javier Giraldo y Dídac Peyret en SPORT es un documento excepcional, porque permite descubrir que detrás de sus espectaculares paradas hay mucha reflexión y un conocimiento profundo del Barça y de su juego. En un club donde se fiscalizan con razón todos los fichajes, Ter Stegen es precisamente un ejemplo de éxito que el club puede exhibir con el máximo orgullo.