Ter Stegen, el Messi de la portería

Marc André Ter Stegen, portero del FC Barcelona

Marc André Ter Stegen, portero del FC Barcelona / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Que Leo Messi llegara al FC Barcelona en el año 2000 fue producto de la casualidad, de las circunstancias, de eso que llamamos destino. Un agente argentino conoce al padre de Leo, ese representante es amigo de otro que trabaja en Barcelona, este tiene una estrecha relación con Minguella, Minguella con Rexach y entre todos, no sin suspense, se logró que aquel niño de 13 años llegara a Barcelona. Eso sí, la decisión de que se quedara fue de Charly. Siempre le quedará ese honor, orgullo y satisfacción… porque si Rexach no hubiera logrado que la junta aprobara aquella operación (fichar a un niño de 13 años y pagarle el colegio y el alquiler de un piso para sus padres y sus hermanos, amén de una cantidad de dinero anual) ¿saben con quién se hubieran ido a hablar los que llevaban las riendas de la ‘operación Messi’? ¡Con Jorge Valdano! Sí, de no haberse quedado finalmente en el Barça hubieran llamado a las puertas del Real Madrid.

Y yéndonos al otro extremo en el tiempo, nos encontramos con otra decisión, a mi entender, igualmente histórica y decisiva para el presente y para el futuro a corto plazo del Barça: la llegada de Ter Stegen. Aquí, sin embargo, no ha sido mérito alguno de intermediarios ni agentes. La llegada del meta alemán fue consecuencia de un profundo conocimiento del mercado internacional de porteros y de un exhaustivo seguimiento a lo largo de muchos partidos de la Liga alemana y la selección Sub-21. Gracias a ello, hoy el Barça puede presumir de contar con uno de los mejores porteros del mundo y, lo que es más importante, tener guardameta para los próximos diez años. Un acierto, de algún modo, tan decisivo como fichar a Messi, por el enorme peso específico que los dos tienen en el equipo.

Andoni Zubizarreta se fijó en Ter Stegen en cuanto empezó a destacar en el Borussia Mönchengladbach y enseguida envió a seguirle a Ricard Segarra, coordinador del Área de Porteros del FC Barcelona. Fue este profesional quien le vio jugar con 19 años ante el Bayern Múnich como si fuera un veterano, quedando impresionado por su personalidad y juego con ambos pies.

Si Zubizarreta tuvo visión y decisión, y Segarra un gran ojo analítico, hay otro profesional en el Barcelona determinante para que Marc-André siga hoy triunfando de azulgrana: Robert Fernández. En marzo de 2016 Ter Stegen le pidió al Barça que ese 30 de junio le traspasara. No quería seguir, incapaz de soportar la suplencia en la Liga. No se conformaba con jugar solo la Champions. Tenía la oferta del Manchester City. Robert se negó en redondo a ese traspaso y le convenció, con argumentos, para que se quedara, asegurándole que sería el portero titular y el futuro del Barça. 

Fue a partir de ahí cuando Robert Fernández pergeñó una operación a tres bandas que acabó con Claudio Bravo en el City, con Cillessen como su recambio… y con Ter Stegen convertido en el Leo Messi de la portería.

Hoy, los dos, uno en la portería y otro en el ataque, lideran un equipo blaugrana que todavía tiene mucho que decir.